El líder se dejó dos puntos ante un gran Sevilla

Sevilla y Real Madrid disputaron un partidazo lleno de ocasiones, fútbol y derroche de energía

Los hispalenses se adelantaron con un gol en propia puerta de Alaba y Carvajal empató a los cuatro minutos

Resumen, goles y highlights del Sevilla 1 - 1 Real Madrid de la jornada 10 de LaLiga EA Sports

Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

¡Qué partidazo! Sevilla y Real Madrid jugaron uno de los encuentros más divertidos en lo que va de campeonato. Los dos equipos salieron al césped dispuestos a dejarse el alma y no regalar ni un milímetro a su rival. Ocasiones, polémica, goles anulados, emoción, mucho fútbol, calidad... Hubo absolutamente de todo durante noventa minutos espectaculares que acabaron con un empate insuficiente para los dos, pero seguramente justo. El líder se dejó dos puntos y los hispalenses demostraron que están para pelear con cualquiera.

Sábado por la tarde, la grada llena, Ramos con la camiseta del Sevilla y, enfrente, el Real Madrid. Partidazo en el Sánchez Pizjuán desde el primer minuto, con dos equipos en los que sus centrocampistas, prácticamente, vieron pasar el tiempo y, sobre todo, el balón de un área a la otra. No hubo respiro y sí ocasiones, goles anulados, polémica... Más allá de los colores, hispalenses y madridistas dieron un enorme espectáculo balompédico durante los primeros 45 minutos. De Burgos Bengoetxea, de hecho, respiró aliviado cuando tuvo que señalar el camino de los vestuarios. Pasó de todo, pero empecemos por el principio.

Rüdiger y Carvajal discuten con De Burgos Bengoetxea

Alaba y Carvajal discuten con De Burgos Bengoetxea / AFP

Nada más empezar a rodar el balón, Vinicius y Bellingham deshacieron pared tras pared la defensa local. Sow, el último bastión, envió a córner. Cuatro minutos después, Carvajal le puso a Bellingham un balón dividido en el área pequeña, forzando el mal rechace del meta, regalando a Fede Valverde el gol. El VAR lo anuló por fuera de juego de Jude.

La dimensión paralela de Bellingham

El propio Bellingham celebró el segundo del Madrid, también fantasma, tras una contra construida con Vinicius. Fue surrealista porque el colegiado había parado el partido por un golpe fortuito de Rüdiger sobre Ocampos en el área madridista, pero los atacantes blancos o no se enteraron o no quisieron enterarse. Jude ponía los brazos en cruz en señal de victoria mientras el transcurso de la vida iba por otro lado. De locos.

El Sevilla respondió con personalidad y carácter competitivo, diciéndole al Madrid que vale, que aceptaba el reto y que no se iba a echar atrás ante su gente. Rakitic disparó desde fuera del área muy defectuoso antes de agarrar el cojín, dormirse en el área y esperar a que Carvajal llegara para rechazar de cabeza un disparo que se colaba a la derecha de Kepa. Luego fue Ocampos quien probó al meta blanco.

De vuelta al área sevillista, Vinicius devolvió el favor durmiéndose ante Acuña. Y luego Sow cruzó demasiado un servicio enorme de Ocampos, el futbolista más clarividente del primer tiempo, por un lado y por el otro. Era una ocasión clarísima, pero Lucas no lo podía hacer todo. Al cabo de nada, Ramos evitó el gol sobre la línea en una salida de córner y Nyland le sacó otra a Vinicius. Y Ramos se peleó con Rüdiger por una falta cometida por Sergio a Bellingham. Y por fin llegó el descanso... para todos. Incluido el cronista.

Rüdiger y Sergio Ramos tuvieron sus más y sus menos

Rüdiger y Sergio Ramos tuvieron sus más y sus menos / AFP

Momento Vinicius

Salieron ambos equipos de los vestuarios sin ningún pacto de no agresión, sin alto el fuego ni nada que se le hubiera podido parecer. De nuevo arrancó el duelo frenético, agitado hasta el extremo. Un caño de Jesús Navas de espaldas a Vinicius, un golpe de Mendy al propio Navas, un disparo lejano de Kroos... La única pausa la ponía De Burgos con su silbato y duraba lo que querían los jugadores. Rodrygo se unió a la fiesta con un control orientado maravilloso y un disparo cruzado que Nyland envió a córner. Faltaba media hora para el final y el resultado, milagrosamente, registraba un cero a cero. Incluso Vinicius, que esta temporada está bastante tranquilo, empezó a recordar al de la pasada protestando.

Vinicius conduce el balón ante la presión de Jesús Navas

Vinicius conduce el balón ante la presión de Jesús Navas / EFE

El Sevilla, tampoco en el segundo tiempo, evitó la propuesta intensa planteada por los blancos. El segundo cuarto del segundo tiempo, de hecho, fue de los andaluces, que se hartaron a meter balones al área con centros laterales en busca de En-Nesyri tras mover el balón con criterio y seguridad. Ancelotti metió a Modric y Camavinga para recuperar el balón, pero nada. Uno de Acuña desde la izquierda lo intentaron rematar Ocampos y el propio En-Nesyri, pero fue Alaba quien superó a Kepa en propia puerta.

La respuesta, sin tiempo para celebrar nada, llegó a los cuatro minutos. Centro de Kroos en una falta lateral y Carvajal, mirándoselo En-Nesyri, que le saca una cabeza, empató de cabeza. El Sevilla se negó a notar el golpe e insistió en lo suyo, atacar por bandas. Ramos, de cabeza, obligó a Kepa a lucirse para evitar el segundo gol de un conjunto local que apretaba con calidad, alma y fútbol. No faltó el conato de tangana, con Vinicius en su origen empujando (levemente) a Nyland. Ancelotti ordenó su cambio para evitar males mayores.

El Sevilla apretó hasta el final, fue quien más creyó en la victoria y estuvo cerca de lograrla, pero el Real Madrid apretó los dientes y aguantó la embestida. Incluso tuvo una falta en la frontal en el último minuto del descuento que Kroos ejecutó mal. Final. Gracias a Dios.