Alcoyano-Real Madrid: La moral lo es todo

La derrota en Getafe mete al Real Madrid en apuros, en una dinámica mala después de dejarse cinco de los últimos ocho puntos en la Liga. Ahora se estrena en la Copa ante el Alcoyano, ante el que debe ir con pies de plomo para no dar vuelo a la Ley de Murphy, esa que dice que ‘si algo puede salir mal, saldrá mal’.

Eso le ocurrió a Zidane el año pasado. Llegaba a Alcoy con la decepción de caer en la semifinal de la Supercopa ante el Athletic y sucumbió ante el Alcoyano, un equipo de Segunda B al que sacaba muchas cabezas. Fue el peor momento del francés en sus cinco años en el banquillo madridista, una situación que Ancelotti deberá tener en cuenta para evitar que se caiga la tostada por el lado de la mantequilla. 

El italiano llega sin seis titulares de las ocho bajas que tiene (Courtois, Carvajal, Mendy, Modric, Vinicius y Benzema más Jovic y Bale), y tendrá que hacer un once de circunstancias e intentar que los convocados se centren en el partido y que den carpetazo a las ‘largas vacaciones’ navideñas que alargaron hasta Getafe. Quizá sea el motivo de empezar el año desenganchado.

Cuidado con las rotaciones

El italiano tendrá que hilar fino para hacer un once de garantías y mirarse en el espejo de Zidane, que hizo una rotación casi completa y se cayó con todo el equipo. Deberá pensar eso de que cuando las ‘barbas de tu vecino veas pelar…’ y es que el Alcoyano es uno de esos rivales que sin ser nada del otro mundo arrastra la leyenda de no rendirse nunca, porque “la moral del Alcoyano es moral de campeón” como reza su himno. Un mito que levantó sin una gesta definida hasta que el año pasado tumbó a los blancos en esta misma competición.

El equipo de Alcoy mantiene la misma estructura del año pasado. Está encuadrado en el grupo 2 de la Primera RFEF, donde ocupa el undécimo puesto. Una posición discreta pero una moral altísima para recibir en el Collao a los blancos, aunque en esta ocasión con público. Para el equipo alicantino ya es un “regalo” llegar a esta ronda tras apear al Levante, como reconoce su técnico Vicente Parra, cuya consigna a su vestuario es “llevar al Real Madrid al límite”.