Laia Palau, Premio Valores Deportista Femenina

Laia Palau (Barcelona, 1979) decidió retirarse definitivamente de las pistas de juego después de toda una vida dedicada al baloncesto, a vivirlo desde dentro del primer al último día y lo hizo pensando en el basket, como siempre hizo en su exitosa carrera.

Con 42 años, su cuerpo acabó por convencerla que lo mejor era dar un paso al lado, algo a lo que se resistía su cabeza. Solo tenía clara una cosa: nada de alejarse del baloncesto. Eso sería imposible para la jugadora española con más éxitos cosechados a lo largo de su carrera.

El pilar de una generación de jugadoras donde la palabra “éxito” le ha acompañado a lo largo de su carrera, aunque ella siempre haya preferido hablar de “suerte”. Imposible a tenor del palmarés que ha logrado la barcelonesa: un total de 14 ligas, dos Euroligas, 11 Copas, 6 Supercopas, todas ellas a nivel de club. Un currículum que le llevó a recibir el más alto galardón catalán.

Con España, un palmarés inalcanzable

Si hablamos defendiendo la camiseta de España, el palmarés ya es prácticamente inalcanzable: tres medallas de oro en campeonatos de Europa, tres platas -en Europeo, Mundial y Juegos Olímpicos- y seis bronces en un total de 314 internacionalidades. ¡No te vayas nunca Laia!

Y es que en su última campaña en el Spar Uni Girona como profesional, se empezó a gestar su futuro fuera de la pista. Feliz en Girona, no dudó en asumir el reto de la dirección deportiva del equipo gerundense, algo que le permite seguir cerca del parquet y de las que fueron sus compañeras.

Y su sapiencia también la traslada al equipo nacional, donde también forma parte del cuerpo técnico como ‘Team Mánager’. Una palabra, un consejo de Laia vale por mil horas de entrenamiento para cualquier jugadora que quiere triunfar en el baloncesto. Laia es la historia del basket femenino.

Compromiso por el basket femenino

A lo largo de su exitosa carrera, su compromiso a diario con el basket ha sido total. Jugar era su pasión, pero igualmente entrenar, a diario, algo que no siempre resulta fácil cuando lo has ganado todo y a los 42 años.

Pero ese compromiso que adquirió con el basket, con un “te quiero para siempre”, lo quiere cumplir también en su nueva faceta. Un ejemplo en su longeva carrera de entrega, constancia, trabajo, calidad, virtud, ilusión y perseverancia, que la convierte en un valor fijo del deporte femenino español. "Es muy necesario hoy en día que hablemos de valores y más en deporte", declaró durante la entrega de su merecido premio. "Tenemos un privilegio y una responsabilidad los deportistas que hay que poner en práctica cada día”.

Al final, cerró su discurso con un mensaje para los medios: “Tratad bien al deporte femenino. Nos lo merecemos”