Maratón de partidos en la Premier

Uuna Premier League a todo ritmo. Sin descanso y a prueba del mejor físico, la Liga inglesa comienza este lunes una maratón de tres jornadas que se iniciará con el Watford-Crystal Palace y acabará el cuatro de enero con el Tottenham-Chelsea

Entre Sam Allardyce, que regresa con los ‘Eagles’, y Antonio Conte, catapultado en los ‘blues’, se dibujan los protagonistas de este cambio de año frenético en que el primero, personaje sin igual en Inglaterra, debe dar empuje a un equipo deprimido que roza el descenso mientras el segundo está llamado a demostrar si es, como todo el mundo coincide en señalar, el único favorito para conquistar un título que, seguro, no repetirá el Leicester.

Al equipo de Ranieri, que debe enfrentarse con Everton, West Ham y Middlesbrough, le ocupa huir de las plazas de peligro, muy lejos de los puestos de honor en los que luchan, esta vez sí, los grandes.

SIN EXCUSA Si el Boxing Day tiene en un Lester-Everton a su duelo quizá más llamativo, el año se cerrará con un mayúsculo Liverpool-Manchester City en el que Klopp y Guardiola no solo revivirán su rivalidad nacida en Alemania, sino que, más importante, se retarán en un duelo que debe mostrar cuál está en mejor disposición de perseguir a un líder con dos partidos en teoría amables en casa antes de visitar a un Tottenham que, como el Liverpool, no conoce aún la derrota como local.

Tal y como el año pasado, cuando hasta el tres de enero se disputaron tres jornadas, la Premier empezará a poner a prueba la solidez de proyectos a medio camino entre el éxito y el fracaso.

Un ‘debut’ para Guardiola y Conte del que salieron bien parados entonces Ranieri o Klopp, que tendrá en la mira a Mourinho... Y pondrá a prueba a un Wenger cuyo Arsenal no pocas veces se ha derrumbado en estas fechas señaladas. Hace un año, sin ir más lejos, el Southampton le clavó un 4-0 histórico.

Conte podría hacer historia

El Chelsea, acercándose el final de la primera vuelta, ha adquirido el papel de gran favorito para ganar una Premier que, de concretarse, sería histórica. Y es que sería la primera vez en la historia del torneo que un entrenador italiano, Conte, se estrenaría como campeón sucediendo a otro entrenador de su misma nacionalidad, Ranieri. El éxito de los ‘blues’, además, pondría en el plano el poder de los técnicos italianos, ya que el exseleccionador transalpino sería el cuarto, tras Ranieri, Mancini y Ancelotti, que gana la Premier en los cuatro últimos años. Lo que está claro es que en 25 años seguirá sin haber un campeón inglés en el banquillo.