El City de Guardiola sucumbe en Anfield

La primera ocasión definió el partido. Klopp se impuso a Guardiola en fin de año gracias a un tempranero gol de Wijnaldum. La consistencia del Liverpool como bloque, muy sólido a las buenas y a las maduras, pudo con un City que solo reaccionó en el segundo tiempo.

El inicio de los de Manchester fue destrozado al primer latigazo local. Tardó ocho minutos el Liverpool en trazar una contra de las que le gusta a Klopp. Lallana recibió en la izquierda con espacio, coqueteó con el balón y de reojo vio la solución. El inglés mandó un centro medido para un Wijnaldum descarrilado, que con fuerza se anticipó a Kolarov y remató de cabeza al fondo de la portería de Bravo.

El tanto adormeció a un City que se volvió poco incisivo con el balón en los pies. Parte de culpa la tuvo un Liverpool con los automatismos de Klopp totalmente interiorizados. Los ‘reds’ restaban a la espera del error ‘citizen’. Aparecieron poco De Bruyne y Agüero en el primer tiempo, neutralizados como el abucheado Sterling, que le tocó lidiar con un estadio que no perdona su marcha.

Anfield respondió a las expectativas del último partido del año en la Premier. El templo red no dejó a su equipo de la mano, y es un fiel reflejo de la agresividad del actual Liverpool. Pep quizo minimizar riesgos con una salida de balón larga cuando se requería, pero perdió capacidad de llevar el balón en buenas condiciones para sus hombres de ataque. En este contexto, los locales mostraban su hambre en la presión en cuanto los ‘sky blue’ salían jugando, y a punto estuvo de pagarlo caro Touré. Solo un fuera de juego evitó que Lallana se plantara ante Bravo tras una pérdida en salida del marfileño.

Los de Guardiola despertaron tras el descanso. Con Silva más centrado y De Bruyne en banda, los visitantes apretaron las tuercas del Liverpool y el canario puso el miedo en el cuerpo de Anfield. Su tiro desde la frontal lamió el poste de Mignolet. Klopp dio entrada a Origi para disponer de su once más contragolpeador. El partido se desordenó, y Pep dio entrada a Navas e Iheanacho, pero ni así pudo el City doblegar a su rival. La intensidad y el compromiso ‘scouser’ sirvió para dejar en el Merseyside los tres puntos y, a la vez, la condición de principal perseguidor del Chelsea.