Todo lo que debes saber (para no temer) a la parálisis del sueño

La parálisis del sueño se clasifica como un tipo de parasomia REM

Las causas no están inequívocamente determinadas

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Existen tres marcadores fisiológicos del sueño en los seres humanos: los movimientos oculares rápidos, las desincronizaciones electroencefalográficas y la pérdida de tono muscular. Y los investigadores sospechan que este último tiene lugar para protegernos: nuestros músculos se bloquean para que no nos movamos en la cama más de lo debido y nos hagamos daño. No obstante, y en ocasiones, muchas personas despiertan de manera abrupta y sus músculos continúan en estado de atonia, lo que provoca una parálisis del organismo y unas sensaciones muy agobiantes. Es lo que conocemos como parálisis del sueño.

Según cuentan desde la Sleep Foundation, organización dedicada a la divulgación informativa de consejos para una mejor higiene del sueño, "la parálisis del sueño se clasifica como un tipo de parasomia REM", dado que tiene lugar durante estas fases del sueño. En ese sentido, las parálisis tienen lugar en un estado de conciencia híbrido a medio camino entre la vigilia y el sueño REM, lo que genera que "las personas suelan tener alucinaciones durante los episodios de parálisis del sueño". En ocasiones, dichas alucinaciones son desagradables o terroríficas, lo que unido a la inmovilidad crea un cuadro muy angustiante.

En general, y como apuntan desde esta misma organización, las alucinaciones durante la parálisis del sueño se clasifican en tres categorías. La primera de ellas, la más habitual, son las alucinaciones de intrusos, una circunstancia que produce muchísima inquietud. La segunda de ellas son las alucinaciones por presión en el pecho, también conocidas como alucinaciones de íncubo, y que desembocan en sensaciones de asfixia. En el popular cuadro La pesadilla, del pintor suizo Johann Heinrich Füssli, podemos ver una representación clara de esta experiencia. La tercera de ellas son las alucinaciones de movimiento como volar o salir del cuerpo.

Las causas no están inequívocamente determinadas, pero, tal como explican en Medical News Today, "estas parálisis del sueño son más probables cuando una persona está estresada", puesto que esto incrementa la posibilidad de despertarse abruptamente, provocando una desincronización entre el cerebro y el cuerpo. Además, existen algunos "factores que se han relacionado con la parálisis del sueño", como la narcolepsia, el hábito de dormir boca arriba, los patrones de sueño irregulares y los antecedentes familiares. En cualquier caso, los episodios de parálisis no representan una amenaza para la salud de las personas.

Esto es muy importante. Después de todo, uno de los factores que aumentan la angustia durante el episodio es la creencia de que la parálisis sea permanente. Especialmente durante episodios muy largos. Según dicen los expertos de Sleep Foundation, "pueden durar desde unos pocos segundos hasta unos 20 minutos y la duración media es de entre seis y siete minutos". Sin embargo, desde Medical News Today aconsejan visitar a un médico en caso de que las parálisis sean muy recurrentes, nazca una profunda ansiedad o miedo ante la idea de dormir o haya episodios de sueño repentino durante el día.