Una vía verde para descubrir el Gironés y el Baix Empordà

En Girona empieza una ruta senderista por la antigua vía del tren Girona-Sant Feliu que permite disfrutar del paisaje del norte catalán  

Una imagen de la vía verde entre Girona y Sant Feliu de Guíxols

Una imagen de la vía verde entre Girona y Sant Feliu de Guíxols / ©Álvaro Sanz ©PTCBG - CVVGi

Joan Zamora

Los meses de otoño son ideales para disfrutar de los mejores paisajes naturales. La temperatura acompaña y la naturaleza se transforma, invitándonos a recorrer los caminos. En este sentido, las comarcas catalanas del Gironés y del Baix Empordà disponen de una extensa superficie de pasajes naturales que son accesibles y que se pueden disfrutar durante estos meses. Cerca de Girona, se encuentra la vía verde Ruta del Carrilet II la cual lleva a los senderistas por lugares inolvidables siguiendo la antigua ruta del tren de Girona – Sant Feliu de Guíxols. A través de vías únicas, este sendero de 41 kilómetros de distancia ofrece una gran oportunidad para conocer este paisaje del norte de Catalunya. Se trata de una ruta intermunicipal que es accesible para todo tipo de público al poderse hacer en bicicleta o andando, ya que engloba diferentes tipologías de vías. 

ANTIGUA VIA FÉRREA 

La ruta, que tiene su origen en la ciudad de Girona, combina la vía verde del Carrilet II y la nueva vía verde del Pla del Gironès Sur. El recorrido de 41 km se empieza desde la estación de Girona e inicialmente lleva a los senderistas a través de caminos de tierra y asfaltados hasta una rampa que pasa por debajo de la C-65 antes de llegar a la depresión de la Selva.  

La ruta se caracteriza por un paisaje con alternancia de cultivos y montes donde en los días más despejados se puede disfrutar de una panorámica extraordinaria que abarca desde los contrafuertes más orientales de los Pirineos hasta el Montseny. También se pasa por los relieves de la costa de la Serralada Transversal (el Far, Sant Roc, y Rocacorba). 

Cuando se llega al municipio de Cassà de la Selva se enlaza con la ruta Termal, una vía verde hacia Caldes de Malavella. La segunda mitad del trazado transcurre por el valle del Ridaura, que separa el macizo de Cadiretes, al sur, del macizo de les Gavarres. Antes de llegar a Llagostera se pasa por algunos tramos estrechos. Desde su estación se atraviesa un pequeño bosque para llegar a Santa Cristina d’Aro, desde donde se empieza un camino llano de 2,5 km hasta Castell d’Aro.  

El final de la ruta se realiza a través de senderos con un suave desnivel para llegar al mar de Sant Feliu de Guíxols. Este es uno de los principales municipios de la Costa Brava desde el cual se pueden contemplar magníficas vistas y disfrutar de una buena comida mientras nos relajamos sintiendo el fresco aire mediterráneo.