Xavi y Laporta deben de dejarse de tacticismos

Dijo Xavi antes del partido que estos días ha dormido bien por las noches, pero sus ojeras le delataban. Suerte que fue empezar el encuentro y Lamine Yamal hizo una de las suyas que acabó con un milimétrico centro que el nueve del Barça remató a gol. Dicho esto, tuvo muchas lecturas el encuentro. Desde la ultramotivación del propio Lewandowski y Raphinha, dos jugadores a priori críticos con Xavi, hasta los tímidos cánticos pidiendo la dimisión de Laporta pasando por la celebración del primer gol con un Xavi brazos en alto.

Sobre el encuentro, poca cosa a comentar. O sea, más de lo mismo. El Barça no cierra los partidos y conforme avanzan los minutos va cediendo espacios al rival. Tanto es así que el Rayo dispuso más ocasiones que los azulgranas. Eso sí, antes del posible desastre, Joao Falix, que acababa de salir, hizo una jugada genial que Pedri remató a gol. Minutos más tarde marcó otro golazo que dejó un buen sabor de boca a los aficionados que asistieron al estadio.

En fin, que ha llegado el momento de despejar dudas, de explicar quién será el nuevo entrenador y de saber de una vez por todas si el año que viene se construirá un equipo ganador o, como dijo Xavi, vienen tiempos difíciles.

Es la hora del presidente Laporta, pero también de Xavi. Los dos deben dejarse de tacticismos. De poco vale una reunión anoche de tres minutos y dejar en ascuas a todo el mundo. Parece que piensen más en el dinero que hay en juego por la indemnización que en el Barça. Ya no hay excusas.

El socio merece saber si Xavi continuará o habrá nuevo entrenador. Por su parte, Xavi, debe dejar claro porque hace unos meses argumentaba que era un viacrucis entrenar al Barça y ahora es feliz haciendo lo mismo. ¿Qué sentido tiene esperar una semana plagada de rumores? Pues eso, que esto se ha acabado con una goleada que no maquilla una pésima temporada y nadie sabe que futuro espera al Barça. Por el bien de todos, aclárenlo cuanto antes.