Victoria de prestigio ante el Unicaja

El Barça maniató al Unicaja tras el descanso

El Barça maniató al Unicaja tras el descanso / EFE

Nacho Solozabal

Nacho Solozabal

Una clara mejoría 

El Barça dio un paso adelante muy claro ante los malagueños en el segundo partido. No obstante, a diferencia de lo que sucedió ante la Penya, el inicio fue muy flojo por parte de los hombres de Pesic. El Unicaja les superó en defensa, velocidad y agresividad. 

Pero este pequeño revolcón ejerció de revulsivo a los blaugranas, que ya en el segundo cuarto empezaron a controlar el ritmo y a mejorar de forma exponencial detrás. Y no era sencillo. Durante muchos minutos el Unicaja jugó con un equipo muy pequeño en pista y con un ataque muy abierto. 

Un escenario nada propicio para el Barça, pero que supieron resolver a base de responsabilidad en el 1x1, y muchas ayudas. También es cierto que los malagueños no estuvieron finos en los triples.

Y un equipo que no tiene juego interior, si no anota de fuera, lo tiene difícil para superar a un rival más poderoso físicamente. Fue una labor de desgaste. Paciencia para controlar al Unicaja y, poco a poco, ir ampliando las diferencias en el marcador.

Más juego colectivo 

Las rotaciones de Pesic fueron constantes y todos los jugadores sumaron, algo muy necesario en estos momentos donde el físico no da para jugar excesivos minutos. <strong>Jugó Heurtel, pero aún no está en su mejor nivel</strong>

Por tanto, la posición de base sigue siendo un problema importante que puede pasar factura en duelos más comprometidos. El Barça siempre supo aprovechar ante el Unicaja sus ventajas. 

En general se produjeron cerca del aro, una diferencia física evidente, y de ello se aprovechó la pareja Tomic-Mirotic (el montenegrino no anotó ningún triple) que fue una pesadilla para los malagueños. Da la sensación de que los blaugranas van cogiendo tacto de balón y ritmo de partido conforme van sumando minutos. 

La mentalidad del grupo es buena y el esfuerzo está siempre presente, por lo que es previsible que el equipo seguirá su trayectoria ascendente. No cabe duda de que la enorme calidad individual de todos los jugadores es una garantía de éxito.