Valverde debe recuperar la esencia

Llega el Atlético y un cierto aire de dramatismo se cierne sobre un enfrentamiento que solo hace tres días se entendía como el de la confirmación del título de Liga. El Barça llegó a tener once puntos de ventaja el 4 de febrero, el día del empate en Cornellà-El Prat. Pero en un mes, se ha quedado en cinco. Los tres empates en los últimos cinco partidos, uno de ellos sin marcar y dos con solo un tanto a favor, denotan un bajón en el rendimientos del equipo. Y más, si el encuentro anterior fue el del Alavés en el Camp Nou, que hubo que remontar no sin problemas y angustias. Está claro que al equipo de Valverde le pesan las piernas y si no hay otras explicaciones por parte de los responsables, parece que el fondo de armario todavía es insuficiente. Ni el fichaje de Coutinho ha supuesto un avance en este sentido. El problema, en consecuencia, existe y no puede girársele la cara.

PROHIBIDO ESPECULAR. Todo lo que no sea ganar hoy al Atlético alimentará las dudas. Una derrota sería dramática, ya que lo dejaría todo a un simple empate de diferencia, pero una igualada mantendría la Liga viva y los nervios en Can Barça a flor de piel. Personalmente creo que cinco puntos de ventaja sería todavía un importantísimo colchón, pero ya sabemos que esto del fútbol es una cuestión de sensaciones y estaremos de acuerdo que cuatro empates en seis partidos no dejarían precisamente buenas sensaciones. Hoy no queda otra que sacar fuerzas de donde sea, de salir con los mejores, de no especular (el Atlético es el rey en estas situaciones) y de reengancharse a la esencia del modelo para distanciarse a ocho puntos y a la vez levantar el ánimo de la afición. Sería tanto como asegurar la Liga y enfocar con confianza la Champions. Recuperar las buenas sensaciones, en definitiva, algo que en el Barça va intrínsecamente unido a su forma original de jugar y entender el fútbol.