Una victoria más fácil de lo previsto

Arturo Vidal se lo pasó en grande en la primera mitad

Arturo Vidal se lo pasó en grande en la primera mitad / AFP

Pichi Alonso

Pichi Alonso

La candidez de la defensa del Mallorca y el acierto de un Arturo Vidal letal marcaron el desenlace de un partido que se intuía por otros derroteros. Y es que era difícil imaginar que en poco más de 60 segundos el chileno iba a romper el marcador y cambiar en cierta manera el planteamiento de ambos conjuntos. Lo primero a destacar es la sorprendente endeblez de la defensa del Mallorca. Escasa presión y poca contundencia en el uno contra uno permitieron que el Barça encontrara espacios con cierta comodidad. A resaltar en este punto las constantes llegadas con buen criterio de un Sergi Roberto que oxigenó muchísimo a sus compañeros. Solo un cierto relajamiento azulgrana, con la sensación del partido muy controlado, dejaron que Kubo exhibiera su calidad y Ter Stegen su seguridad bajo palos. 

RITMO LENTO Y MUCHA ELABORACIÓN

El conjunto de Setién aplicó siempre su guión más cómodo. Posesión de balón, ritmo lento y mucha elaboración a la hora de encarar el marco de la portería rival. Arropado por la efectividad en los metros finales, firmó un triunfo muy cómodo. Dos detalles significativos en la gestión del regreso a la competición. En primer lugar, el equipo agotó los cambios y se pudo ver en acción a Luis Suárez. Personalmente, y pese a la actuación y gol de Braithwaite, me quedé con ganas de ver unos minutos en acción a Ansu Fati. Otro factor clave en esa apretadísima recta final de la liga. Victoria cómoda, tres puntos para no dar tregua al Real Madrid y muy poco desgaste en las piernas de la plantilla. Elementos decisivos que pueden marcar un partido y el título.