La última ruleta de Xavi

Xavi se va pero no descarta volver

Xavi se va pero no descarta volver / Valentí Enrich

Jordi Badia

Jordi Badia

Siendo futbolista, Xavi ejecutaba unas ruletas magníficas. Daba una vuelta de 360 grados sobre si mismo mientras escondía la pelota. Lo más sorprendente era que el rival que le había encarado terminaba a sus espaldas sin saber ni cómo había ido a parar allí, ni dónde estaba la pelota.

El sábado por la noche, después de la histórica derrota contra el Villareal, Xavi ejecutó la que parece ser su última ruleta, esta como entrenador. Dijo que se iba, pero que se quedaba (y ayer añadió que no descartaba volver). El presidente Laporta, que le aceptó el giro “porque es una leyenda”, quedó sin darse cuenta a sus espaldas. Y luego filtró la pelota a los jugadores con uno de aquellos pases que solo él podía imaginar. Del partido, ya nadie se acordó.

No es possible saber si la última filigrana de Xavi tendrá las consecuencias positivas que dijo buscar. El lenguaje del fútbol —que existe!— es caprichoso e indescifrable. Aunque no parece que su anuncio deba resolver por si solo todos los problemas futbolísticos que le han llevado a perder tres títulos en a penas quince días. Hoy contra el Osasuna se empezará ver. Entonces, en caso de que, efectivamente, hubiese una reacción contundente y esta tuviese continuidad en las próximas jornadas, se podrà calificar de punto de inflexión o de clic la última ruleta de Xavi.

Sin embargo, por lo que se refiere al FC Barcelona como institución, la gestión del adiós suspendido de Xavi añade otra señal negativa, ésta no exactamente de debilidad, sino más bien de improvisación y desbarajuste, impropia de un club que pretende mantenerse en la élite del fútbol profesional.

TEMAS