Neymar: cal viva

Seguro que el teléfono de Javi Bordas tiene 500 mensajes más que el mío pero la novela por entregas de Neymar está a punto de quemarme la batería. La del móvil y la de la paciencia de casi todos. Incluso el amigo que te escribe para mandarte una ubicación para la cena de turno no puede evitar preguntarte: “¿Cómo está el tema? ¿Al final se irá al Madrid?”. Atención a la segunda cuestión. Porque Florentino Pérez, algo que ya escribí hace varias semanas en esta columna, permanece agazapado tras los matojos a la espera de lanzarse sobre la presa. La misma que le ha dicho ya dos veces “no”.

La misma que se ha tatuado la Champions ganada con el Barça. La misma que tiene miedo que le fallen los suyos y acabar donde no quiere. La misma que ‘posturea’ en playas y conciertos mientras juega con el miedo que dice que le da volver a París (lugar al que no va a regresar seguro) y sin reconocer que, pase lo que pase, su aterrizaje en Barcelona o en Madrid no es del agrado de muchos. Eso sí, juega -pocos como él, cierto- con la ventaja que le da el balón. Allá donde vaya, sobre todo si es a la ciudad condal, con dos acciones en el campo se gana al respetable.

“Cal?”. Son las tres letras que más se repiten en conversaciones y whatsaps. Traducido al castellano, “¿Hace falta?”. Existe otra cal. La nos estropea las lavadoras. Si está viva, puede matar. Es un conglomerante que, unido a otros materiales, compacta. ¿La metáfora vale para la llegada de Neymar al Barça? Más que al Real Madrid, que sigue dando tumbos tras una pretemporada nefasta y con Zidane en entredicho, seguro. Precisa del brasileño más que Valverde, aunque es el carioca el que más necesidad tiene.

Y el PSG, de sacárselo de encima. Al que realmente ‘li cal’ es a él, por encima de cualquier otra cosa. El club francés podrá hacerse el duro unas horas más. O acepta la propuesta del Barça (Coutinho y poco más, y bien que hace) o llama a ese Florentino Pérez que, si acaba fichándolo, será con tatuaje incluido. Solo lo eliminaría con cal viva. Y lo mataría.