Ter Stegen está tocado

Ter Stegen durante un calentamiento previo a un partido

Ter Stegen durante un calentamiento previo a un partido / EFE

Danae Boronat

Danae Boronat

Cuatro días después de la debacle de Lisboa el Barça informaba que Ter Stegen sería intervenido del tendón rotuliano por el doctor Ramon Cugat y que conllevaría unos dos meses y medio de baja. El cuerpo técnico de Setién no supo hasta ese momento que el portero no estaba en condiciones óptimas.

Tras una temporada bastante irregular el ex del Borussia Monchengladbach se perdía la Eurocopa al someterse a un “tratamiento terapéutico” en mayo, en la misma rodilla derecha, esta vez en Suecia a cargo del doctor Hakan Alfredson.

El teutón no pudo disputar los dos primeros encuentros de liga. Pero hay que remontarse a 2019, tras la eliminación en Anfield, para encontrar los primeros problemas en la zona y que le impidieron jugar la final de la Copa del Rey para recibir un tratamiento conservador.

¿Qué le pasa a Ter Stegen? Hace bastante tiempo que ha dejado de ser clave para sumar puntos. Cada partido comete algún error impropio del que hasta no hace tanto estaba en el top 3 de los mejores junto a Oblack y Courtois. No está al cien por cien y busca recursos técnicos que su rodilla soporte que no son los más eficientes en según qué circunstancias.

La forma de lanzarse, con los pies por delante, por ejemplo, en el segundo gol del Elche, evidencia un mal abordaje al disparo de Pere Milla. Muchos de los goles que ha encajado se producen por su derecha. No realiza confortablemente los apoyos. No lo puede hacer como antes.

Ter Stegen juega, probablemente, con dolor y sufre en silencio junto a José Ramon de la Fuente, su preparador de máxima confianza. De hecho, estableció por contrato que él debía ser el entrenador de porteros, algo poco habitual.

Las dudas entorno al alemán no residen en su calidad única con los pies y la capacidad de contribuir a la buena salida de balón sino en su estado físico y la posibilidad de que los problemas en la rodilla ya sean crónicos. Por este motivo, Donnarumma era el escogido en verano para sustituirle. Quedaba libre pero el sueldo que exigió su representante resultó inasumible para la economía de guerra que debía imponer la junta de Laporta.

Si el club no puede permitirse a otro portero de nivel la recuperación de la mejor versión del alemán se antoja urgente para la mejoría del equipo de Xavi. “Para nosotros es fundamental, su compromiso, dedicación y profesionalidad…debe mejorar y él lo sabe” sentenció el técnico. En octubre de 2020 renovó su contrato, -también Piqué, Lenglet y De Jong- hasta 2025 y probablemente sea el único de estos capaz de volver a deleitar al Camp Nou.