Suárez desatasca y baja al Espanyol

suarez

suarez / sport

L. Miguelsanz

L. Miguelsanz

El Barça ilusionó en Villarreal y parecía que había encontrado la senda del juego con vistas a luchar por la Liga y afrontar la Champions. La alegría duró poco, aunque mucho tuvo que ver el rival. El Espanyol, que venía jugando un fútbo lamentable, planteó un choque serio, muy defensivo y supo utilizar la rápida salida de balón para crear sus ocasiones. Fue un muro y este tipo de equipos se le siguen atragantando al Barça. Defendiendo con todo el equipo, a los blaugrana les cuesta siempre desbordar y crear ocasiones.

A veces es hasta desesperante, pero la calidad acaba mandando y las victorias llega. Ayer, Luis Suárez, volvió a demostrar que es un jugador supernecesario. Delantero listo. De área. Enchufa todo lo que le llega y de una media ocasión amarró el partido. Al uruguayo le cuesta ya este ritmo de partidos, que no haya descansos tras salir de una larga lesión, pero su relevancia en este equipo es incuestionable. Ya no tendrá la rapidez de otras temporadas, pero el gol no le falla y se reivndica con tantos vitales que mantienen vivo al equipo cuando las cosas cuestan.

Estaba ya asumido que el Espanyol iba a bajar, pero ayer certificó el descenso con un partido notable. Cuesta de entender que hayan sufrido tanto con el nivel que dieron en el Camp Nou y con jugadores interesantes en la plantila. Les ha condenado una pésima planificación deportiva que merece una reflexión profunda. Rufete se sentó en el banquillo y ha bajado al equipo tras perder todos los partidos. ¿Es la persona idónea para comandar la nave en el futuro? La afición lo tiene claro y el club debería tenerlo también.