Sobrevivir a Messi es ser digno de él

Leo Messi, el mejor futbolista de la historia

Leo Messi, el mejor futbolista de la historia / VALENTÍ ENRICH

Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

No debe ser fácil convivir con MessiNi sencillo entrenarse a diario con él, ver cómo caen los años y sigue siendo el mejor, sin dar muestras de desgaste. Quienes viven a su lado vuelven cada día a casa preguntándose si han estado a la altura. Porque, única y exclusivamente, se trata de eso, de soportar la exigencia física y mental que supone competir de la manera que él compite. De estar al nivel de un deportista que encadena quince años siendo el número uno y cuyo único alimento es seguir siéndolo.

Setién no estaba preparado para asumir esa presión, tampoco Martino. Ni si quiera Guardiola quiso añadir años a su proyecto “porque nos acabaremos haciendo daño”. Futbolistas como Ibrahimovic o Alexis duraron lo que dura el jamón de bellota en la cena de Nochebuena. El problema nunca es Messi, sino la mediocridad con la que en ocasiones le han rodeado. Xavi, Suárez, Eto’o, Iniesta, Neymar, Alves, Alba o Piqué sí supieron arroparle. Lejos de sentirse intimidados, crecieron a su lado, aprovechándose de él, entendiéndole. 

No es dársela siempre, ni reírle las gracias. Ni siquiera abrir pasillo en los entrenamientos. Se trata de demostrar que estás a su altura, merecer jugar a su lado. Probar que ese privilegio no responde a la casualidad ni a un golpe de suerte. Sentarse a la mesa de Leo es fácil, pero muy pocos saben disfrutar de la comida y logran que Messi disfrute de la velada. El ‘10’ asume sin pestañear y sin emitir queja alguna la presión autoimpuesta de querer ser siempre el mejor. Solo él acepta hundirse en un pozo oscuro tras cada derrota y trepar buscando la salida luminosa con la que volver a ganar. Responde al nombre de Leo Messi. Quienes no sean dignos de él, ya saben dónde está la puerta.