Setién: "Messi es difícil de gestionar, pero quién soy yo para cambiarlo"

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En su primera entrevista tras ser destituido del Barça, tras el 2-8 ante el BayernQuique Setién conversa en el diario 'El País' con Vicente del Bosque, una charla en la que confiesa que en el equipo azulgrana no pudo ser él mismo y que no supo gestionar el día a día con Messi.

Aunque no conocía personalmente a Del Bosque, Setién aceptó la invitación de los periodistas José Sámano Enrique Ortego para hablar de su pasado reciente.

La charla, curiosamente, comienza con una pregunta de Del Bosque.

Del Bosque. "¿De qué equipo eras de pequeño…?

Quique Setién. "Del que eran todos los niños, del Madrid".

Más tarde, Del Bosque le invita a hablar de Messi. "Has entrenado al Barcelona que, además, tiene a Messi. Y vas el primer día y dices que para ti era un orgullo entrenar al mejor jugador del mundo".

"Creo que Messi es el mejor de todos los tiempos", responde Setién. "Ha habido otros grandísimos jugadores que han sido buenísimos, pero la continuidad que ha tenido este muchacho a lo largo de los años no la ha tenido nadie. Si acaso Pelé... Le dije un día que llevaba 15 años esperando que llegara el partido del Barça para verle".

cuando Del Bosque le pregunta por la gestión diaria de Messi, Setién confiesa que Messi tiene "otra faceta que no es la de jugador y es más complicada de gestionar. Mucho más. Algo inherente a muchos deportistas como se ve en el documental de Michael Jordan [The Last Dance]. Ves cosas que no te esperas".

"Es muy reservado pero te hace ver las cosas que él quiere. No habla mucho. Sí, mirar, mira… Después de marcharme lo que sí tengo claro es que en determinados momentos tenía que haber tomado otras decisiones, pero hay algo que está por encima de ti: el club. Y está por encima del presidente, del jugador, del entrenador".

"Es el club y los aficionados. Son a los que debes el mayor respeto y tienes que hacer lo más conveniente para la entidad. Hay millones de personas que piensan que Messi, o cualquier otro jugador, es más importante que el club y que el entrenador. Este jugador, como otros a su alrededor, han vivido durante 14 años ganando títulos, ganándolo todo".

"He tenido experiencias suficientes para hacer una valoración exacta de cómo son realmente este muchacho y los demás", añade Setién.

"Quién soy yo para cambiarle"

"Realmente, la exigencia tan bestial que hoy existe en el fútbol le ha imbuido a él y a otros muchos que necesitan vencer permanentemente. Pero, claro, para ganar tú no puedes utilizar todo. Es verdad que hay jugadores que no son fáciles de gestionar. Entre ellos Leo, es verdad. También hay que tener en cuenta que es el mejor futbolista de todos los tiempos. ¡Y quién soy yo para cambiarle! Si allí le han aceptado durante años como es y no le han cambiado…

"Seguramente, a su manera, es generoso. El problema es que la perspectiva desde dentro a veces te engaña. La realidad que ellos viven no es la realidad que vivimos los demás. Para ellos, y para mucha gente, lo único que importa es ganar y todo lo demás no vale. Hasta que no dejas el fútbol y no pasan unos años, no ves con claridad la realidad de la vida. Estás metido en lo tuyo, te retroalimentas del mismo grupo siempre y son situaciones difíciles para ellos. Son chavales a los que damos todo.

"No sé si las intervenciones de tu segundo, Eder Sarabia, les alteró un poco y en lugar de poner agua al fuego", interviene Del Bosque.

"El primer día expliqué a los futbolistas cómo era Eder. Les dije que el primero que le tenía que aguantar era yo. Es un chaval que tiene energía pura, que vive el fútbol con intensidad, pero que es como es. No le vamos a cambiar ya. Tratamos de cambiarle algunos aspectos porque le quiero muchísimo. También sé que aporta grandísimas cosas y eso hay que valorarlo. Es un chaval extraordinario. El día que le sacaron las cámaras diciendo cosas, le dije que no podía dar esa imagen. Le tenía advertido. Al día siguiente hablé con los capitanes y les pedí disculpas. Ellos me dijeron que no les importaba que chillara y les llamara la atención. No soy de pegar gritos, nunca lo fui. A veces viene bien que alguien lo haga, para meter intensidad. Los entrenamientos tienen que ser como los partidos. Muchos valoraban su figura".

"No fui yo mismo"

Además, Setién confiesa que en el Barça no pudo ser él mismo. "Desde luego que no. No he sido yo mismo. No he podido, o no he sabido, la realidad es esa. Cuando firmas por un club de una dimensión como el Barça ya sabes que las cosas no van a ser fáciles a pesar de tener los mejores jugadores del mundo. La realidad es que yo no he podido ser yo, ni he hecho lo que tenía que hacer. Es verdad que podía haber tomado decisiones drásticas, pero tampoco hubieran arreglado nada en un espacio tan corto como el que he estado y en el que todo se concentró después del confinamiento. Hasta entonces el equipo estuvo bien. Íbamos cambiando muchas cosas. Al parón llegamos dos puntos por delante".

"Al volver, empezamos bien en Mallorca, pero la situación se complicó y la trayectoria del Madrid fue extraordinaria. Al final, la tensión nos pudo. Pero, realmente, hay situaciones que en otro contexto y en otras circunstancias yo tenía que haber sido diferente. No había tiempo ni para pensar, ni para trabajar. Si tomaba decisiones drásticas podían perjudicarnos. Teníamos la Liga ahí, la Champions ahí. Luego pasa lo que pasa contra el Bayern".

El 2-8 le hizo mucho daño. "Quedas tremendamente dañado, pasas a la historia del Barça con esa derrota. Asumo mi porcentaje de culpa. Algún día igual escribo sobre esto. Tras echarme me enteré de que la decisión ya estaba tomada antes del 2-8. Me enteré de todo".

Ahora, confiesa Setién, no tiene demasiadas ganas de volver a entrenar. " Estoy a gusto en casa, con el mar, con las vacas famosas. Ya pasé el luto. Nunca me oirás quejarme. Llevo 40 años viviendo del fútbol. Era botones en una oficina hasta firmar mi primer contrato. Siempre estaré agradecido al fútbol por todo lo que me ha dado".