Un salvavidas llamado Luis Enrique

Piqué y Jordi Alba en el banquillo del FC Barcelona, una imagen habitual esta temporada

Piqué y Jordi Alba en el banquillo del FC Barcelona, una imagen habitual esta temporada / FCB

Danae Boronat

Danae Boronat

31 de agosto de 2018. Luis Enrique Martínez anuncia su primera lista de convocados como seleccionador español. Los titulares destacan las ausencias de Jordi Alba y Koke. El catalán acumulaba 66 partidos y ocho goles con la Roja pero el asturiano, tras dirigirle 3 temporadas en Barcelona tomó la decisión de prescindir de él. El cambio de sistema en el Barça del tridente Neymar-Suárez-Messi relegó al banquillo al lateral que no lo asumió bien. Mostró su descontento público y Luis Enrique le rechazó por sus formas.  

Alba debutó en octubre de 2011 con la Selección española de la mano de Vicente del Bosque estando todavía en el Valencia. Desde entonces lo ha jugado casi todo con el FC Barcelona y con España proclamándose campeón de la Euro en 2012. Para el recuerdo quedó el segundo gol de la final que anotó ante Italia recorriendo medio campo en un sprint marca de la casa para acabar batiendo a Buffon. La asistencia de aquel gol fue de Xavi Hernández, el mismo que, por el momento, tiene otras prioridades en su posición: la potencia de Balde y la capacidad defensiva de Marcos Alonso.

En 2015 Luis Enrique convirtió a Xavi en suplente de la noche a la mañana y precipitó el final de su brillante carrera en el Camp Nou y en la élite. Ahora es el de Terrassa quién podría provocar el mismo efecto en la vida de Alba pero ha aparecido de forma insospechada un salvavidas llamado ‘Lucho’. Qué triangulo tan singular. Justo cuando el ocaso profesional parece más cerca que nunca para el de l’Hospitalet, aquel que otrora le castigara ahora le mantiene a flote. Le manda un flotador gigante al que agarrarse para seguir entre los elegidos, a las puertas ni más ni menos que de un Mundial. 

A la espera de la lista definitiva para Qatar es la última oportunidad de enseñar que es apto para la cita y que merece uno de los dos puestos que probablemente haya en juego entre Alonso, Gayá y él. Con las llamadas de Asensio, Soler y Alba, incluso la de un Ferran Torres poco trascendente ahora mismo, el gijonés demuestra que prevalecen sus méritos anteriores al momento concreto que atraviesen en sus clubes.

Resulta bastante improbable que Alba pase por delante de Balde -que sorprendió en la pretemporada y se ha hecho fuerte en este inicio- ni tampoco de Alonso que fue objetivo desde el principio del verano. Y es sorprendente que Luis Enrique le considere útil tan solo 3 semanas después de que el Barça intentara desprenderse de él. Su actitud y su fútbol determinarán quién estaba en lo cierto.