En Directo

En Directo

La salida de Mateu Alemany merece explicaciones

Mateu Alemany saldrá del Barça este 30 de junio

Mateu Alemany saldrá del Barça este 30 de junio / EFE

Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

El Barça soltó la bomba pasadas las diez de la noche de un martes: Mateu Alemany lo deja a partir del 30 de junio. El comunicado llegó al poco rato de que Jordi Alba dejara el título de Liga visto para una sentencia que convertirá al conjunto de Xavi en campeón. Si el trabajo de quien ha sido el arquitecto jefe del incipiente proyecto deportivo de Laporta no hubiera sido valorado como merece, la noticia habría pasado de puntillas por las diferentes redacciones de los medios de comunicación. Quizá habría tenido cierto recorrido en las redes, sobre todo en Twitter, donde el apodo ‘padremany’ ha hecho fortuna.

Sin embargo, la figura de Alemany se ha situado a la altura, en ciertos momentos, del presidente, Joan Laporta, por lo que su adiós no puede ser analizado de forma banal. Algo tiene Mateu que engancha entre la afición y, seguramente, es una mezcla entre la buena gestión, su capacidad para ser resolutivo, una frialdad impropia en un mundo efervescente y, ¿por qué no decirlo? cierto carisma que surge de forma natural. Quienes lo hemos podido tratar en la distancia corta no tenemos duda de ello.

Lo ocurrido entre Mateu Alemany y el Barça, en el fondo, se parece mucho a lo ocurrido cuando fue destituido en el Valencia. Corría el mes de noviembre de 2019 y Peter Lim, que es quien manda en el club che, decidió prescindir de él. Aquello no gustó nada a la afición, a la que el ejecutivo se había metido en el bolsillo gracias a todas las virtudes enumeradas. Lo del Barça parece distinto porque Alemany es quien da un paso al frente, aunque, en el fondo, lo hace obligado por las diferencias, de nuevo, con quienes mandan.

Mateu Alemany, director de fútbol del Barça

Mateu Alemany, director de fútbol del Barça / FCB

Mateu Alemany se va porque quiere, pudiendo cumplir su contrato hasta el final y acabando el trabajo ingente que ha realizado junto a Jordi Cruyff, con quien ha formado un equipo de trabajo eficiente, imaginativo y creativo que ha contado con la colaboración constante de Xavi Hernández. Cuando le obligaron a dejar el Valencia se quejó: “No entiendo por qué debo dejar el Valencia. Me duele”. Razones no le faltaban para ello.

Ahora que es él quien abandona el barco en un momento trascendental para el devenir de la entidad, cargado de carpetas que deben acabar de resolverse, quien merece una explicación a su salida son los socios y los aficionados que han creído y confiado en su buen hacer para levantar a un equipo que se había instalado en la apatía. Marcharse de noche, con un año más de contrato y con el club filtrando las razones de su adiós no son formas. Las puertas se cierran sin hacer ruido... a no ser que cierren mal.