Reconstruir el equipo y recuperar el modelo

El Barça afronta el cambio de ciclo en unas circunstancias poco favorables. Con una plantilla que necesita una profunda renovación, pero sin dinero para llevarla a cabo. Sin la posibilidad de fichar una estrella mundial (tipo Haaland o Mbappé) que lidere el proyecto de futuro. Con un entrenador debilitado (interna y públicamente) por la pésima gestión de su continuidad. Y con un Laporta que, 18 años después de su primera victoria electoral, se ha dado cuenta de que el fútbol (para bien o para mal) ya no es lo que era. La capacidad de maniobra del presidente, acorralado por la deuda heredada, es escasa. Muy escasa. Y, a pesar de ello, mantiene su objetivo de construir un equipo campeón. Laporta intenta transmitir ilusión y optimismo en sus comparecencias, aunque de momento solo ha podido incorporar a dos futbolistas a coste cero (Kun Agüero y Eric Garcia) y recuperar a un lateral que apunta a operación de maquillaje (Emerson). Ni siquiera ha conseguido competir por hacerse con los servicios de Wijnaldum, quien ha sido tentado por la oferta económica del PSG y, probablemente, acabará en París. 

Esta próxima semana puede hacerse oficial la llegada de Depay (tercer fichaje ‘low cost’) y, lo que es más importante, debe empezar la ‘operación limpieza’. Porque tan importante como fichar buenos futbolistas (o, al menos, intentarlo) es desprenderse de los que no caben en el nuevo proyecto. Ya sea por cuestión financiera (cobran demasiado) o deportiva (rinden por debajo de lo esperado). Tendrá que hilarse muy fino, porque todos tienen contrato en vigor y con fichas que ningún club está dispuesto a asumir. Un trabajo muy complejo para Mateu Alemany y Ramon Planes, al que se unirá Jordi Cruyff (quien hoy, por cierto, se despide como colaborador de la contraportada de SPORT) como asesor ideológico. Suerte a todos ellos. Les resultará imprescindible. El Barça necesita de su experiencia para iniciar con buen pie la reconstrucción del equipo y la recuperación del modelo.