Una Real de juego alegre y buena defensa

Imanol Alguacil, en el encuentro ante la Roma

Imanol Alguacil, en el encuentro ante la Roma / EFE

Pichi Alonso

Pichi Alonso

Rozando la Champions en las últimas temporadas, la Real Sociedad de un enorme Imanol Alguacil ha estado rondando las plazas de la Liga de Campeones, pero al final las fuerzas le han fallado y se ha tenido que conformar con competiciones europeas de menor nivel. Solía empezar las temporadas a un ritmo frenético, con rendimiento y resultados al más alto nivel, hasta el punto de que incluso se le atribuía el papel de candidato al titulo liguero, pero solía caer en rachas negativas que le impedían alcanzar esa tercera o cuarta plaza que le hubiera dado acceso a la Liga de Campeones.

En esta campaña empezaron de nuevo muy bien, pero tras el Mundial parecía que los donostiarras volvían a flaquear y que se repetiría esa mala racha que les alejaría del objetivo. Por suerte para ellos, han vuelto a encontrar a tiempo el camino del buen juego y de los resultados y lo tienen todo a favor para que, ahora sí, lleguen a esa deseada cuarta plaza. Son cinco puntos los que les separan del Villarreal, que es teóricamente el conjunto que podría arrebatarles esa posición, con el añadido de que los de La Plana tienen el goa-average particular favorable e incluso un calendario más asequible que los donostiarras. Por tanto, los de Imanol deberán mantener el nivel.

Iniciativa y buen trato de balón. Es cierto que la Real propone un fútbol alegre, desenfadado, ofensivo, con iniciativa en el juego, con buen trato del balón, jugando mayormente en terreno del rival, con la defensa adelantada. Pero, en cambio, tiene unos números defensivos extraordinarios que sorprenden, ya que es el tercer conjunto menos goleado de la Liga, solo superado por Barça y Atlético, y para un equipo que juega con esas características haber encajado solamente 31 goles en 35 partidos es todo un éxito.

La tranquilidad la da desde hace ya varias campañas un Remiro muy regular y seguro en portería, con un Zubeldia ya consagrado como central junto a uno de los mejores centrales de la competición, bajo mi punto de vista, que no es otro que Le Normand. En los laterales han alternado Gorosabel y Elustondo por la derecha y Aihen con Rico por la izquierda. Por delante de ellos, un Zubimendi al que todos parecen querer, el guardián que juega por detrás de todos los hombres creativos.

Es quien equilibra al equipo y el que en ocasiones se incrusta entre los centrales para la salida del balón. Merino le echa una mano en las tareas defensivas, pero también mira hacia la portería rival, con un trabajo infatigable y un enorme recorrido. La ausencia de Silva privará de la magia y la pausa del rombo, aunque ahora incluso Imanol ha apostado por el 4-4-2 sin rombo y con dos bandas.

Take Kubo por derecha vuelve locos a los laterales con sus regates y su buen disparo cuando se mete hacia dentro, mientras que Oyarzabal -en busca de recuperar su nivel anterior a la lesión- busca más llegar a zonas de finalización. Sorloth es su referencia: fuerte, cuerpea bien y va rápido al espacio a pesar de lo grande que es.

Curioso el caso de Brais Méndez, que empezó como un trueno, convirtiéndose en el máximo goleador y en el dueño del interior derecho del rombo. Tuvo un bajón enorme en su rendimiento e incluso perdió la titularidad, y solo ha salido en el once inicial en uno de los últimos cinco encuentros.