La real dimensión de Vitor Roque

Vitor Roque se prepara para desembarcar en el Barça

Vitor Roque se prepara para desembarcar en el Barça / Instagram

Joaquim Piera

Joaquim Piera

A Vitor Roque le puede ir fantástico, bien, regular o estrellarse en el Barça, con Xavi de entrenador o con quién sea. Ahora bien, nadie le podrá reprochar a la secretaría técnica blaugrana que su apuesta por ‘Tigrinho’ no esté sedimentada en criterios futbolísticos muy sólidos. 

Hoy, no hay ninguna otra ‘joya’ en Sudamérica que se disponga a hacer el salto a Europa, que haya completado su primera etapa en el fútbol profesional con el desempeño y la consistencia del refuerzo culé para este mercado de invierno. Y, eso que solo tiene 18 años.

Vitor Roque aguanta todas las comparaciones y pulsos que le echen. Por ejemplo, con Claudio Echeverri, la gran estrella del Mundial Sub-17 hasta que ayer cayó en los penaltis en las semifinales ante la Alemania del blaugrana Noah Darvich.

El ‘10’ argentino, a quien comparan con Leo Messi, se ganó merecidamente fama planetaria cuando, en los cuartos de final, le hizo un ‘hat-trick’ a Brasil, que cuenta con un ramillete de delanteros muy interesantes como Rayan (Vasco da Gama), Estevao (Palmeiras), Kaua Elias (Fluminense) o Lorran (Flamengo). 

El ‘Diablito’, que cumplirá los 18 años el 2 enero, triunfa en la categoría Sub-17, pero su inicio en el fútbol profesional está siendo un fiasco. Por mucho, que el RiverPlate asegure que está protegiendo a su estrella emergente porque aún no tiene el físico necesario para batirse con los ‘grandes’, lo cierto es que, bajo la dirección de Martín Demichelis, solo ha dispuesto de 72 minutos, divididos en cuatro partidos, en este 2023.Un año, por tanto, echado a la basura.

Con 17 años (o sea, en 2022), ‘Tigrinho’ fue el ‘rookie’ y finalista de la Copa Libertadores, marcando las diferencias en los cuartos de final y en las semifinales. Lo logró con un equipo muy menor como es el Athlético Paranaense si se lo compara con la grandeza del River, una de las dos superpotencias del fútbol argentino.

Lo que ha hecho Vitor Roque en su continente no es para desmerecer ni despreciar a sus coetáneos, sino para dar aún más valor a todo lo alcanzado. Cada vez que salta a jugar con el ‘Furacao’ tiene que buscarse la vida, porque el balón no le llega en condiciones en la zona de definición.

Aunque sea el artillero de su equipo (y eso que se ha pasado dos meses de baja lesionado en el tobillo derecho), nunca se ha diseñado un plan táctico para jugar para él y abastecerlo constantemente de balones. Física, mental y tácticamente, ‘Tigrinho’ ha creciendo en un ambiente que no siempre le ha sido favorable. No ha habido zona de confort. Y, cuanto más dificultades ha encontrado, más se ha desarrollado y ha marcado las diferencias. Este contexto, sin duda, lo ayudará para afrontar un reto tan titánico como es llegar a los 18 años en un Barça falto de goles.