¿Qué buscamos, cromos o futbolistas?

Neymar, con la nueva línea de equipaciones del PSG, 'Air Jordan'

Neymar, con la nueva línea de equipaciones del PSG, 'Air Jordan' / sport

E. Pérez de Rozas

E. Pérez de Rozas

Todos los veranos (o preveranos) son iguales. Idénticos, en cuanto a ruido futbolístico se refiere. Ya no digamos los veranos que siguen a los grandes fracasos de los inmensos clubs de fútbol. Este es un verano que viene después de que los millonarios más notables, como Real Madrid, Fútbol Club Barcelona, Juventus de Turin, Bayern de Munich, Manchester City, Manchester United o París Saint Germain, por citar a siete de ellos, hayan fracasado (algunos de forma estrepitosa) en su intento de conquistar la Champions que, en pleno siglo XXI, en el año 2019, parece (injustamente, todo hay que decirlo) la única recompensa a tanto dinero y esfuerzo como se juegan los mejores clubs de fútbol del planeta.

Es normal, por tanto, que buena parte de estos clubs ricos, ricos, ricos, muevan cielo y tierra para que no les vuelva a suceder. Ya no digamos si a semejante desastre internacional se añade, como ocurre en el caso del Real Madrid, una de las peores temporadas domésticas de la década o más allá. En ese sentido, es muy posible que Florentino Pérez, un ser muy superior a todos, sea el presidente o personaje más obligado a mover ficha y hacer lo imposible para que no le vuelvan a señalar con el dedo, pues de la próxima ni siquiera él se irá de rositas.

A menudo, el problema sigue siendo el mismo de siempre: hacer ruido con fichajes galácticos. Y no hablo solo del Real Madrid, no, no, pues ya ha presentado al primer de ellos, el belga Eden Hazard (por cierto, lejos de entrar en la lista de candidatos al Balón de Oro), sino de la multitud de rumores que persiguen a todos esos clubs, con más nombres, más millones y, posiblemente, idénticos disparates a los de temporadas anteriores.

Uno tiene la impresión que tanto los que mandan como los que estudian, analizan y fichan en el mercado internacional en cada uno de sus clubs, piensan menos, mucho menos, en lo que necesitan, en cuales han sido las carencias o los motivos del descalabro de este año, que en los nombres que les encantan por filigraneros o por lo llamativos que son.

No deja de ser curioso que los sabios digan que a los nombres de Leo Messi y Cristiano Ronaldo, fijos, digo yo, en la lista del Balón de Oro, se añadirá este año el de Virgil van Dijk, el central del Liverpool, escogido mejor jugador de la Champions y, desde luego, el hombre que estuvo a punto, a punto, de destronar al fabuloso Manchester City de Pep Guardiola de la conquista de la Premier League.

Y es ahí donde hay cosas que me llaman la atención. El City de Guardiola, reconocido por todo el mundo como el equipo que mejor fútbol practica (sí, sí, cierto no acaba de encontrarle el truco a la Champions), está compuesto por hombre notables, importantes, muy buenos, pero no tiene ninguna megaestrella de esas que los ‘otros’ se volverían locos por fichar. A mí, por ejemplo, me vuelve loco De Bruyne, pese a que se lesiona mucho.

Uno tiene la impresión de que el City, o Txiki Begiristain, o Guardiola, prefieren fichar lo que necesitan que nombres que deslumbren aunque, a veces, pueden coincidir las dos cosas. Y no estoy hablando de ahorrarse dinero, no, no, pues su ‘pastón’ se gastan cada año, hablo de que si tu escribes los nombres de Laporte, Fernandinho, Mahrez, Bernardo Silva (¡tremenda campaña la suya!, con City y Portugal), Gundogan, Agüero, Silva, Gabriel Jesús, De Bruyne, Sané y/o Sterling es posible que no te gastarías 120 millones de euros en ninguno de ellos. Y ahí están, formando el mejor equipo del momento.

Pero a presidentes, directores deportivos e, incluso, entrenadores, le chiflan los cromos, los nombres, los futuros Balones de Oro. O, incluso, los ya caducados y fiesteros.

Lo de Hamilton empieza a preocupar a la F-1

Si en el Mundial de MotoGP, organizadores, marcas, equipos y pilotos empiezan a pensar que no hay manera de parar a Marc Márquez (Honda), gran dominador de la temporada, en la F-1 ya hay quien ha pedido ayuda a Pirelli (como Red Bull) para que cambien los neumáticos “porque con estos no hay quien gane a Hamilton”. Y, sí, Leiws ha ganado cinco de las siete carreras disputadas y algunas, como la de ayer en Francia, con un mano.

Y, de pronto, resurge el mejor Feliciano López

Son las cosas del deporte de élite. Feliciano López, que recibió una invitación del torneo de Queen’s, ha terminado llevándose la preciosa copa londinense al ganar en la final al francés Gilles Simon. López, que empezó la semana siendo el número 113 de la ATP, se fue a dormir anoche en el puesto 53 del mundo, toda una gesta tremenda.

España-EEUU, el gran reto del fútbol femenino

El fútbol femenino está de suerte. Por fin, Florentino Pérez, aunque no sea de una manera muy brillante (pero sí muy suya, es decir, con dinero) entrará a formar parte, pronto, de la élite de la Liga española. Por fin, el Real Madrid estará con todos los grandes. Y todo eso, pocos días antes de que hoy España intenta (porque lo van a intentar) darle un susto a la poderosa selección de EEUU, gran favorita en el Mundial de Francia femenino.