Piqué 2027: nace la 'futbolistacracia'

El abrazo de Abde a Piqué

El abrazo de Abde a Piqué / LaLiga

Ernest Folch

Ernest Folch

Con Piqué nada sucede por casualidad. No es por supuesto fruto del azar que mirara al palco en su video de despedida justo cuando decía "...un día volveré". Tampoco fue ninguna casualidad que en su último discurso no mencionara ni a Xavi (al que englobó en un genérico "staff técnico") ni tampoco a Laporta (al que puso en un genérico "esta junta directiva... y las anteriores").

Como por supuesto no es azaroso que su primera comparecencia tras la retirada fuera con Ibai Llanos, y no con el presidente de su club, que ha intentado infructuosamente (hasta la fecha) hacer una rueda de prensa conjunta con Gerard.

Como es legítimo sospechar que, a la manera de Cruyff, el ya excentral azulgrana se hizo expulsar en su último servicio al club en el Sadar. Como jugador, la expulsión hubiera podido ser una chiquillada, que podría haber complicado la gran remontada del Barça en Pamplona. Pero como futuro candidato a la presidencia, fue una perfecta escenificación de que el Gerard presidente defenderá al Barça hasta sus últimas consecuencias.

Es decir: el final del Piqué jugador está todo orientado al Piqué presidente, y toda su despedida es de hecho una cuidada preparación de su desembarco triunfal en las elecciones del 2027.

Lo que ha hecho Piqué estos días es algo tan sencillo como empezar a poner distancia con el gobierno del club, con la idea de rescatar la idea de que el fútbol es de los futbolistas. Ya hace años que algunos integrantes de la generación dorada tienen en la cabeza el modelo del Bayern de Münich, donde leyendas del club bávaro como Rummenigge, Salihamidzic, Beckenbauer o Oliver Kahn ocupan o han ocupado diversos cargos de primer nivel en el área institucional o ejecutiva.

Que nadie se equivoque, Piqué no solo quiere el poder: quiere transformar el gobierno del club, con la idea de instaurar una 'futbolistacracia', un nuevo régimen en el que sean exfutbolistas de renombre, y arraigados aquí, los que fichen, entrenen y presidan el Barça.

En el vestuario del Barça ha ido cuajando, con los años, la idea de que no hay directivas fiables, y que los miembros de la junta no tienen conocimientos suficientes de fútbol. Por supuesto siempre habrá imprevistos y maniobras legítimas para evitarlo, pero si no hay ninguna sorpresa y Piqué se presenta en 2027 como candidato, no hace falta que se presente nadie más. Nos ahorarremos tiempo y dinero.