Opinión

El pimpampum con Vitor Roque

El brasileño es una arma arrojadiza en la guerra civil que se ha instaurado en el club

Vitor Roque cumple sus primeros meses de blaugrana

Vitor Roque cumple sus primeros meses de blaugrana / SPORT.es

Atizar a Vitor Roque sale gratis. Poco importa que haya llegado el último, que sea el que menos cobre de la primera plantilla (1,5 millones limpios por temporada), que solo tenga 19 años, que aterrizara en enero para aprender y que Xavi casi no lo haya hecho jugar. Tigrinho se ha convertido en una piñata mediática en el que se lleva el premio quien más fuerte le pega. Y en estas estamos, a bastonazo limpio. 

Todos saben que el brasileño es una arma arrojadiza en la guerra (hasta hace pocas fechas solo fría y ahora abiertamente civil) que se ha instaurado en el club. Poco les importa que el intento de empequeñecimiento del delantero acabe degradando la imagen del Barça. Aquí el botín es otro.

Los que han ayudado a poner el foco en el más débil, se han salido con la suya. Han creado una coartada mediática perfecta para no entrar en el debate de fondo del rendimiento colectivo de la plantilla y de la capacidad del cuerpo técnico para sacar provecho a sus efectivos. Contra Vitor Roque se vive mejor, con las ‘vacas sagradas’ bien agazapadas. Es la antítesis de la gestión de vestuario y club que Cruyff enseñó al barcelonismo.

Ahora ya estamos en la fase de sembrar las dudas desde la génesis de su fichaje, obviando que el futbolista pasó por el filtro inicial del departamento de scouting. Deco, cuando era asesor externo no remunerado de Joan Laporta, indicó su contratación. En esa etapa en la que no había entrado en la estructura del club, también lo hizo con otros jóvenes valores brasileños: se negoció con el Vasco da Gama por el mediocentro Andrey Santos, que terminó fichando por el Chelsea y ahora juega cedido en el Racing Estrasburgo, su club satélite en la Ligue-1. O empezó a intentar atar a Gabriel Moscardo, un pivote del Corinthians, que en enero fue contratado por el PSG.

Y, claro, el precio de Vitor Roque levanta debates apasionados. Son 30 millones de euros, un valor que se adecua al mercado por un ‘rookie’ en la Copa Libertadores y un artillero en un Campeonato Sudamericano Sub-20. Los otros 31 son variables, solo se empezarán a pagar si juega el 50% de los partidos oficiales de una temporada y nunca se completarán.

Como si no hubiera suficientes comensales en el banquete, estos últimos días Minguella hijo, que aparece en todas las salsas, se despachó diciendo que había ofrecido a Vitor Roque al Espanyol por 10 o 12 millones de euros cuando André Cury no era su agente. Para empezar, la última vez que el club de Chen Yansheng se gastó semejante inversión en un jugador fue la temporada 2019/20, entonces Tigrinho tenía 14 años y, ya era agenciado por su actual representante. Quien tenga dudas al respecto que haga un Google poniendo “Cruzeiro, Vitor Roque y André Cury”.