El ‘Photoshop’ del Barça tiene precio

Foto oficial del Barça

Foto oficial del Barça / @FCBarcelona_es

Marc Menchén

Marc Menchén

Foto oficial del primer equipo. Todos firmes y sonrientes, algo cegados por el sol de Barcelona. Excepto Philippe Coutinho, al que hace meses que ni está, ni se le espera, ni se le encuentra salida. Bien, al menos no al precio que necesita el FC Barcelona para que la operación no sea una ruina. Por un momento olviden lo que costó. Solo hay que pensar en lo que aún queda por cargar de su traspaso a la cuenta de resultados. El brasileño llegó por 120 millones de euros fijos más 40 en variables, de los que ya se han cumplido 15. Es decir, 135 millones a dividir en los cinco años de su contrato, de los cuales quedan dos por cumplir, o lo que es lo mismo: todavía quedan 54 millones pendientes de compensar por un atacante devaluado en tiempo récord.

Añadan que de Griezmann quedan 72 millones, los 26 de Dembélé y los 45 de Pjanic. Y, por resumirlo muy rápidamente, este es el precio de salida que el Barça deberá pedir a los potenciales compradores si no quiere vender a pérdida. ¿El problema? Son futbolistas cuyo valor de mercado está claramente por debajo del que tenían cuando llegaron al Camp Nou como cracks de referencia en sus equipos, los rivales del club saben de la urgencia por hacer caja en los despachos del Camp Nou y, peor aún, el mercado está en su punto más bajo de la historia reciente.

La inversión en traspasos internacionales se hundió un 23,4% interanual en 2020, hasta 5.630 millones de dólares, rompiendo con ocho años de ininterrumpido crecimiento, según datos de la FIFA. Y las perspectivas para el verano de 2021 son aún peores, después de un año completo sin público en las gradas y las dificultades que los equipos en general están teniendo para acordar rebajas salariales con las plantillas. Se avecinan meses de tensión en aquellos clubes que basaron su sostenibilidad en la venta de futbolistas, mientras que aquellos sin tantas estrechuras realmente van a hacer su agosto. Hoy, los que acaban contrato en 2022 saben que lo tienen todo a favor para forzar su traspaso. Lo que se ahorre su club de destino le servirá para poder garantizarse un sueldo igual o superior al que hoy tenga. Una quimera en las actuales condiciones del mercado. Sea por convencimiento o necesidad, el futuro de muchos clubes europeos, incluido el Barça, está sujeto a su cantera.