Objetivo: doble KO al Madrid

El gran sueño de todo aficionado al fútbol es poder vivir algo nunca visto: una final de la Champions entre el FC Barcelona y el Real Madrid. Vivir o, mejor dicho, sufrir. Porque tanto los culés como los merengues estarían al borde del infarto antes, durante y después del partido. Sería la madre de todas las finales. El encuentro más mediático de la historia. Muy por encima del Boca-River que se disputó hace unos meses en el Bernabéu. Porque la Copa América (que nadie se enfade) no tiene ni el impacto ni la repercusión económica y social de la Copa de Europa.

Barça y Madrid son, sin duda, los dos equipos más grandes del mundo. En historia y en trascendencia. En el pasado y en el presente. Y, seguramente, en el futuro. Aunque los jeques y sus petrodólares intenten 'construir' alternativas a base de inversiones multimillonarias como el PSG o el Manchester City. 

Y, aunque cada vez parece que está más cerca, esta final de finales todavía no se ha hecho realidad. De momento, deberemos conformarnos con este doble clásico de Copa y Liga que se disputa en cuatro días con dos títulos en juego. Un doble clásico en el que el Barça tiene un claro objetivo: dejar KO al Madrid en ambas competiciones. Dos victorias del equipo de Valverde significarían hundir definitivamente a un Madrid que sigue a flote gracias a las ayudas arbitrales y al desconcierto del VAR.

Tanto en España como en Europa. Si no fuera por esa protección especial de los colegiados, haría semanas que los blancos habrían quedado descolgados de la Liga y verían peligrar la Champions. Pero los 'lloros' de Florentino Pérez surtieron efecto y ahora todo vuelve a estar 'atado y bien atado'.

Por eso en el Barça temen tanto estos dos clásicos. No desde el punto de vista futbolístico, sino desde la posible intervención arbitral. El colegiado murciano Sánchez Martínez será examinado con lupa. Por todos.