Hasta nunca, Neymar

Neymar se queda en París para intentar ganar la Champions

Neymar se queda en París para intentar ganar la Champions / EFE

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

La ilusión de que el Barça refichara a Neymar se ha vuelto a desvanecer ante la única realidad que envuelve al futbolista brasileño y a su entorno: el dinero. Neymar se fue del Barça por dinero y no ha vuelto ni volverá por dinero. Su felicidad y la de su pai, toiss y demás palmeros depende única y exclusivamente del vil metal. El PSG se lo da, es lo único que puede darle, por eso se queda en París. Ni títulos ni Champions ni Balón de Oro, le da todo igual. Durante varios años ha especulado con la idea de volver al Barça, de volverse a sentir un crack importante al lado de su supuesto amigo Messi, que bien haría en revisar a fondo esa amistad que en todo momento ha sido interesada. Por dos veces el Barça ha intentado recuperarle, poniendo incluso en peligro la viabilidad económica de una operación que solo beneficiaría al jugador. Ninguna intención de retirar demandas ni de bajarse el salario para jugar junto a Messi. Todo mentira.

UN TIPO POCO FIABLE

En el fondo, la renovación de Neymar por el PSG es una buena noticia para el Barça. Su fichaje hubiera sido de un impacto mediático brutal, pero a un precio de dudosísima rentabilidad. Y no solo en el plano económico. En el apartado personal el Barça hubiera incorporado a un hombre poco fiable. ¿Qué confianza se puede tener en un tipo que se largó por dinero sin dar ninguna oportunidad al club que le abrió las puertas del fútbol de elite prácticamente sin condiciones, que le puso una alfombra roja a su padre, que permitió que sus amigos, esos toiss que forman parte del pernicioso pack, se instalaran a cuerpo de rey en Barcelona, que tragó  con los cumpleaños de su hermana...? Le engañó entonces y le ha engañado las dos veces que ha tonteado con su regreso. O le ha utilizado, que es lo mismo, sino peor. La revolución que necesita el Barça no pasa por Neymar y en el fondo es un alivio que el club tenga las manos libres para reconstruirse a partir de buenos profesionales que se integren y se comprometan con los valores del Barça. Hasta nunca, Neymar. Y que en el PSG le vaya como le ha ido hasta ahora, aquí no queremos traidores.