El misterio Griezmann dos años después

Griezmann celebrando su gol ante el Almería

Griezmann celebrando su gol ante el Almería / EFE

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

El domingo vuelve Griezmann al Camp Nou y vuelve como la gran amenaza del Atlético, el equipo más en forma de la Liga con seis victorias consecutivas. Griezmann lleva once goles y ocho asistencias. Se podría considerar el jugador más determinante del campeonato en estos momentos.

Simeone le ha reconvertido en un futbolista total, más centrocampista y asistente que antes pero no mucho menos goleador que en su primera etapa de rojiblanco. Así que es lícito preguntarse de nuevo por su fracaso en el Barça. Miren, soy de los convencidos de que Antoine nunca debió fichar por los azulgrana porque su posición en el campo era la de Messi.

Griezmann es un segundo punta, detrás de un delantero de referencia como fue Diego Costa o Torres en el Atlético, era Suárez en el Barça y ahora lo es Morata, o Memphis Depay, miren por donde, de nuevo en el Metropolitano. La gran pregunta es cómo funcionaría Griezmann en el Barça ahora que no está Messi y con Lewandowski por delante. La lógica indica que, seguramente, dos años después el misterio no lo sería tanto.  

LOS ESTILOS

Hay otra variante a considerar: los estilos. Con el del Barça no le fue bien. Con el de Simeone siempre cuajó. Está claro que son dos estilos antagónicos, no hay más que ver el caso Joao Felix, un jugón que el Barça contempla pero que en el Atlético no pega ni con cola, hasta el punto de que el equipo de Simeone no ha arrancado hasta que le colocó en el Chelsea. En este escenario se plantea un debate parecido al de Messi y Griezmann, tal vez Joao Félix no ha funcionado porque su puesto es el de Griezmann y el francés es mucho más agresivo y, sobre todo, resolutivo.

En cualquier caso, lo de Griezmann y el Barça fue un fracaso que costó mucho dinero al club no porque fuera/sea un mal jugador, sino porque alguien debió darse cuenta de que iba a entrar en conflicto posicional con el mejor jugador del mundo o, si pensamos mal, porque aún sabiéndolo, a alguien le interesaba hacer esta operación a todas luces fuera de contexto y mercado, que también podría ser.