Un ‘minipresidente’ retratado

La intención de Florentino Pérez es seguir otros cuatro años más en el cargo

La intención de Florentino Pérez es seguir otros cuatro años más en el cargo / AFP

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

Quería convertirse en leyenda, a imagen y semejanza del camino que Santiago Bernabéu siguió como promotor de la Copa de Europa en los años cincuenta, pero lo único que ha conseguido es ser el rostro del mayor ridículo de una dirigencia. Florentino Pérez y sus secuaces han fracasado. A la hora de escribir estas líneas, de los doce firmantes solo quedan Madrid y Barça. Puede que cuando ustedes las lean, ya no quede ni el apuntador.

En cualquier caso, esto está muerto. Ha sido un engendro mal planteado y peor comunicado por los que se creían salvadores del fútbol, seres superiores al resto de los mortales. De Superliga, nada. Una Miniliga y un minipresidente. No en vano, a Florentino se le vio el otro día el plumero cuando dijo que no puede ser que los clubs de media tabla o los directamente humildes hayan ganado dinero durante la pandemia y ellos, los grandes, los poderosos, los que son la razón de existir de este deporte, estén al borde de la ruina. Por este sumidero se le fue la pretendida solidaridad. 

IGUALES, PERO DISTINTOS. Cierto es que no solo el presidente del Madrid ha quedado retratado, que aquí hay, había, once pájaros más. Pero el señor Pérez es el que ha dado la cara como un pavo real henchido de ego a través de un cargo que le han concedido otros once señores que no representan ni a los propios seguidores ni jugadores de sus clubs, como se ha visto. Se podrá decir que el presidente del Barça es uno de ellos. En efecto, firmó el documento fundacional pero con una condición muy relevante: que los socios del Barça lo refrendaran en su momento.

Solo el Barça y el Madrid tenían este privilegio, los otros diez son sociedades anónimas propiedades de unos señores montados en el dólar, pero solo lo hizo el Barça porque Florentino Pérez piensa que es el dueño del Madrid. Es la primera gran diferencia. La segunda es que Laporta se ha alejado del foco. De todo esto solo le seducían los 350 millones que podían caerle únicamente por firmar. Había que estar por si acaso, pero de sacar pecho, nada de nada. Florentino dijo el lunes que Laporta hablaría el martes... Tururú. No había nada de lo que hablar porque había muy poco que decir y casi nada digno que defender. Ha sido mucho más listo que el ser superior.