Messi ya no es el líder silencioso

Messi es el líder del Barça dentro y fuera del campo

Messi es el líder del Barça dentro y fuera del campo / Javi Ferrandiz (SPORT)

Lluís Mascaró

Messi siempre había sido un líder silencioso. Poco amigo de los discursos, esquivaba los micrófonos. Y, cuando no tenía más remedio, hablaba en voz queda, casi en un susurro, sin transmitir más que cuatro tópicos. Su dialéctica la reservaba para el balón. Su amigo. Su compañero. Su alma. Pero Messi ha crecido. Y ha cambiado. Tanto que cuesta reconocerle como aquel chico tímido que hace 14 años marcó su primer gol oficial con el Barça y lo celebró abrazando a su ídolo Ronaldinho.

Ahora Messi es el Rey. Es Dios. Es el mejor jugador del mundo. Y de la historia. Y, además, es el capitán del Barça. Y su transformación futbolística, su evolución hasta la divinidad hecha jugador, también ha conllevado un crecimiento personal. Es padre de tres hijos, ha madurado y ejerce sin miedo su condición de líder. Ahora sí, dentro y fuera del campo. 

Messi ya no rehúye el discurso. Al contrario. Lo busca. E impone su criterio. Y guía al barcelonismo. Empezó a hacerlo en el Gamper (“Prometemos que haremos todo lo posible para que esa copa tan linda y tan deseada vuelva a estar acá”) y culminó el miércoles, tras su exhibición ante el Liverpool, pidiendo unidad a todos los culés y criticando los pitos a Coutinho. La dimensión futbolística de Messi se ha sublimado ahora, de forma definitiva, ejerciendo ese liderazgo nada silencioso.

Messi habla y el mundo escucha. Porque mucho más allá de sus goles (ya lleva 600 en sus 14 años como blaugrana), de su magia, de su trascendencia universal como jugador, Messi ha acabado siendo el principal referente del barcelonismo. El único, diría yo. El líder que debe llevar al Barça a ganar una nueva Champions.