Un mercado de fichajes inquietante

El próximo mercado de fichajes, a la espera de confirmar cuándo y cómo se llevará a cabo, dejará al descubierto hasta qué punto los equipos habían hecho sus deberes presupuestarios antes de la crisis del coronavirus.

De entrada, ya estamos viendo algunos indicios: cuanto más abultados han sido los ERTES y las rebajas salariales, más están quedando de manifiesto los agujeros financieros de un club. Y este preámbulo servirá para medir el grado de desesperación de los equipos cuando intenten una operación de traspaso, porque sus cartas estarán previamente marcadas. Algo que representa toda una desventaja negociadora.

El Ajax será uno de esos clubes que se asomará al mercado con la tranquilidad del deber cumplido, porque cuenta con ingresos previamente garantizados, como el traspaso de Hakim Ziyech al Chelsea anunciado en febrero, y un buen colchón en el banco.

Su condición de club formativo que sirve de trampolín a futbolistas le hace previsor y diseñar a largo plazo una hoja de ruta sobre posibles salidas y entradas, sin perder pulso competitivo. Posiblemente podrá sacar provecho de la actual circunstancia para reforzarse a mejores precios de los que tenía en mente.

Pero habrá conjuntos sometidos a la urgencia de cuadrar números antes del 30 de junio y que tendrán que buscar soluciones incluso antes de que abra el mercado. Y esa carrera contrarreloj exigirá un gran ejercicio de creatividad financiera. El llamativo trueque de los porteros Cillessen - Neto entre el Barça y el Valencia la temporada pasada puede servir de punto de referencia. A todas luces fue un intercambio de cromos, pero los dos clubes se las ingeniaron para que ambas operaciones figuraran como ingresos en su contabilidad (29 millones en el caso del Barça) y evitar así números rojos.

En el próximo mercado veremos más trueques del tipo Cillessen-Neto, no solo en el Barça. Pero esta vez será más difícil amortizar el dinero previamente gastado, porque hablamos de futbolistas que costaron una fortuna difícil de recuperar y, en algunos casos, no se alcanzará el 70% de lo invertido. Inevitablemente, este intercambio de cromos para cuadrar números debilitará la calidad de las plantillas.

A la fuerza ahorcan y los clubes buscarán aliados también necesitados como parece que está ocurriendo entre el Barça y la Juventus. Lo que no procede es que trasciendan nombres de jugadores que pueden desmotivarse en lo que resta de temporada si se sienten injustamente moneda de cambio, impera la discreción. ¿La cantera es una solución deportiva? Sin duda. Pero apenas en el caso de los clubes que hayan cuidado su talento en categorías inferiores y tengan recambios suficientemente maduros para subir al primer equipo.

Y, mientras tanto, todas las miradas estarán puestas en la posible venta del Newcastle como potencial animador del mercado. Sin son listos, podrán sacar provecho de la situación con una buena inyección de dinero en mano, porque este mercado ofrecerá jugadores buenos, bonitos y baratos.

Eso sí, tendrán que trazar una idea clara en su estrategia deportiva y dejar el fútbol en manos de los que saben, como hizo el Manchester City con su director deportivo Txiki Begiristain. Podrían ser la guindilla de un mercado poco picante y que nos deparará algún que otro episodio agridulce.

ME GUSTA

El inmenso cariño hacia la figura de Michael Robinson. Solo tipos con un carisma tan enorme como él consiguen una reacción tan unánime tras cosechar una gran empatía en vida. Con mi padre Johan tenía una química especial, basada en la complicidad de dos extranjeros que se adaptaron de maravilla a España, hasta el punto de que se les perdonaban sus ingenuos tropiezos con el idioma.

NO ME GUSTA

Recibir noticias preocupantes de gente a la que aprecio, como el ingreso hospitalario de Ronald Koeman por un problema cardiaco. Afortunadamente se encuentra estable y, desde aquí, quiero enviar un abrazo enorme y mucho ánimo tanto a él como a toda su familia.