Mando total para Xavi Hernández

Las redes del Al Sadd piden la continuidad de Xavi

Las redes del Al Sadd piden la continuidad de Xavi / Google

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

Cada vez peor. El Barça 2021 ya ha conseguido igualar al peor Barça del siglo XXI en cuanto a arranque de temporada se refiere. Cada vez peor, sí, porque en los últimos tres partidos el Barça solo ha conquistado un punto de nueve, y eso que, Madrid aparte, los rivales han sido un recién ascendido como el Rayo y un Alavés que hasta hace cuatro días era colista. Cada vez peor, entre otras cosas porque perder nueve puntos ante el Cádiz, el Granada y los mencionados Rayo y Alavés es inadmisible por mucha temporada de transición que el socio esté dispuesto a tragar.

Cada vez peor, porque el Barça ha ganado menos puntos que los que ha perdido. Cada vez peor, porque ya ningún rival le tiene respeto. Esto no es una crisis, es un fracaso total. De plantilla, de entrenador, de dirección técnica, de directiva, de la anterior, por supuestísimo, pero también de la actual, la que ha dejado escapar a Messi y no echó antes a Koeman, Laporta dixit, y evitar ese ninguneo público que ha dejado al entrenador desnudo ante sus jugadores, algo que es garantía de desorden y malos resultados y que cualquiera que lleve cinco minutos en el fútbol debería saber.

UN LÍDER TOTAL

En esta situación, solo la figura de un líder total, carismático y que genere unidad, puede cambiar el signo de la deriva. El Cruyff de Núñez y el Guardiola de la primera etapa de Laporta, para entendernos. Xavi Hernández es el hombre y es angustiosamente necesario que el acierto le acompañe en la misma medida que a los dos anteriores gurús del barcelonismo. Xavi ha de tener el mando total. Ha de ser mucho más que el entrenador. Ha de marcar el camino desde el banquillo y decidir desde lo más alto de la estructura ejecutiva. Como Cruyff y Guardiola, que lo primero que hicieron fue poner orden en el vestuario y dirigir la renovación de la plantilla.

Xavi debe decidir a los que hay que echar y a los que hay que fichar y tienen que hacerle caso. Si no hay nadie creíble, valiente, con personalidad y conocimientos futbolísticos en el puente de mando de este barco, el temporal se llevará por delante la próxima participación en la Champions, por ejemplo. Y entonces sí que el drama sería histórico.