El Madrid manipula la historia con 'fake news'

Laporta y Florentino, juntos en una imagen de archivo

Laporta y Florentino, juntos en una imagen de archivo / SPORT

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

El ejercicio de cinismo protagonizado por el Madrid personándose en la causa del ‘caso Negreira’ como acusación particular por “sentirse perjudicado” se multiplicó con la burda manipulación de la historia que llevó a cabo a través del infausto video de la televisión oficial de Florentino Pérez. Acusar al Barça de haber sido beneficiado durante el franquismo es reescribir la verdad con mentiras. Es montar una película en base a ‘fake news’. Se olvidan de cómo Di Stefano fichó por el Madrid, se olvidan de cómo el club blanco ganó sus primeras Copas de Europa, se olvidan del ínclito José Plaza, se olvidan del tráfico de influencias de Saporta… y se olvidan, por supuesto, del asesinato del presidente blaugrana Josep Suñol, fusilado por el ejército golpista.

La respuesta del Madrid al ataque de Laporta fue una demostración más de ese odio profundo, atávico, que existe contra el Barça, por lo que es y por lo que representa, y que estalla con toda su virulencia en momentos de máxima tensión como el actual. Y que evidencia que el discurso de Laporta (”El Madrid fue el equipo del régimen durante 70 años”) ha generado un tremendo revuelo en las cloacas del Bernabéu. Por eso, y por muchas cosas más, haría bien el máximo mandatario blaugrana en reconsiderar sus relaciones con Florentino. La causa común de una hipotética Superliga no justifica tener que soportar las agresiones de un Madrid que sigue actuando con ese irritante complejo de superioridad, fruto de tantos años de impunidad.

FLORENTINO Y TEBAS, ALIADOS

El ‘caso Negreira’ se ha convertido en una guerra total entre Barça y Madrid, con Tebas como sorprendente ‘aliado’ de Florentino. La campaña de desprestigio contra el club blaugrana ha unido a dos enemigos irreconciliables en un mismo objetivo: intentar destruir el Barça. Un motivo más para que Laporta medite detenidamente qué alianzas son convenientes o no para los intereses de la entidad culé. Lo que ha quedado claro es que la rueda de prensa de Laporta no significó el final de nada. Al contrario. Fue el inicio de una escalada bélica de consecuencias imprevisibles.

Hoy, el presidente blaugrana se enfrentará a la asamblea de LaLiga para intentar explicar a todos los clubs que el Barça no es culpable de ningún delito de corrupción, sino víctima de un intento de desestabilización deleznable. A la espera de juicio, el ‘caso Negreira’ está visto para sentencia: el Barça es inocente por mucho que, mediáticamente, se empeñen en declararle culpable.