Madrid no gana. Barcelona pierde

Checo Pérez, por las calles de Madrid

Checo Pérez, por las calles de Madrid / EFE

Josep Lluís Merlos

Josep Lluís Merlos

Aún no está todo perdido. Pero casi. Y no tanto por el acierto incuestionable del planteamiento de Madrid para recuperar una F1 que vivieron por última vez en el Jarama en 1981, como por la torpeza con la que desde Barcelona se ha llevado la contraofensiva que se necesitaba para dar la réplica a la iniciativa central.

Si la F1 se acaba marchando de Montmeló no será por el trabajo bien hecho desde el Circuit sino por la inoperancia, falta de convencimiento y dejadez manifestada desde el ayuntamiento de la capital catalana.

Mientras desde Madrid se llevaba ya mucho tiempo construyendo un proyecto que aseguran que puede reportar unos ingresos de más de 500 millones de euros anuales a la zona de influencia económica del evento, aquí el consistorio se ponía de perfil ante algo que aporta mucho más que imagen a Barcelona.

Ada Colau y su equipo siempre odiaron el Circuit y todo lo que allí se hace. Sus mínimas subvenciones, y la escasísima implicación en él -no sólo con la F1, también con las motos- sólo llegaron para contentar la presión ejercida por parte de los grupos económicos que mayor repercusión recibían del evento.

Es obvio que el actual gobierno municipal no tiene la misma actitud que su antecesor, pero el daño ya está hecho, y revertirlo no será fácil. Aunque no es tarea imposible.

En Madrid han conseguido aunar lo público y lo privado, mientras que aquí la desunión ya ha sido palpable incluso entre lo primero, con la divergencia de caminos seguida por la Generalitat -tanto la anterior como la actual- y un ayuntamiento contrario a casi todo. O al menos de entrada, porque luego ya hemos visto su capacidad camaleónica con el paso del tiempo.

Liberty hoy no quiere dos GP en un mismo país. Pero eso es HOY. Ya veremos qué sucede a partir de 2026, y cuánto tiempo la especialidad aguantará un calendario tan extenso como el actual y el que nos auguran.

Apuesto por una F1 alternándose en los dos escenarios, como sucedió antaño. Y si esto no es así, creeré que Liberty no son más que unos impostores que embaucaron al Circuit con unas (carísimas) obras de mejora a cambio de un futuro garantizado. O que desde aquí se ha pecado de ingenuidad.