Lewandowski va a marcar el proyecto

Fue el único que dio la cara en la infausta final de la Supercopa y el equipo ha vivido de sus goles y asistencias en el último mes. Robert Lewandowski llegó al Barça para hacer eso. Para liderar un proyecto y ser el jugador decisivo que enseñara el camino de los títulos. El polaco no debe demostrar nada. Ha sido el mejor delantero del mundo en las últimas temporadas y cuando lo fichó el Barça se lo rifaba media Europa.

Año y medio después su rendimiento ha sido alto, físicamente se le ve al cien por cien y tiene cuerda para rato. Otra cosa es si el equipo necesita un delantero de sus características -al Barça siempre le ha ido mejor con delanteros rápidos y no estáticos- y si el salario de su tercer año de contrato va a ser asumible en una economía de guerra como la del club blaugrana.

Lewandowski, hoy por hoy, no es un dilema porque tiene un año de contrato por delante, más otro opcional y será el propio jugador el que decida su futuro porque lo tiene firmado. Desde Polonia ya deslizaron que se sentía frustrado por los malos resultados del Barça y por no poder rendir como él está acostumbrado.

Y es que si hay un jugador que nota la falta de fluidez en el juego, ese no es otro que Lewandowski. Si un delantero no recibe balones en condiciones, si hay poco desborde por las bandas y menos centros de calidad es evidente que el goleador no puede hacer magia. Suficiente ha marcado hasta el momento para exigirle algo más.

El Barça decidirá en las próximas semanas su nuevo proyecto deportivo, con un nuevo técnico que marcará las líneas a seguir, las incorporaciones y las bajas deseables. Y Lewandowski marcará claramente esta nueva era tanto si se queda como si decide salir hastiado por lo que le ha tocado vivir.

El polaco parece que ha recuperado sensaciones y nadie duda que en Barcelona se siente feliz. Una salida suya liberaría muchísima masa salarial, pero el Barça se vería obligado a fichar a un crack arriba para poder competir. Que lo piensen muy bien porque un jugador con la profesionalidad del polaco y con ese olfato goleador no existe en el mercado salvo pagando cantidades a las que el Barça no puede llegar. Lo mejor es que el delantero se ha reencontrado y se ve con fuerzas para volver a liderar al Barça.