Leo Messi y la guardería, al poder

Leo Messi, autor del primer gol azulgrana en su debut europeo

Leo Messi, autor del primer gol azulgrana en su debut europeo / AFP

Rubén Uría

Rubén Uría

MESSI Y LA GUARDERÍA, AL PODER

Hubo un partido antes del penalti a Messi y otro muy distinto después. Antes, la tropa húngara de Rebrov metió el miedo en el cuerpo a un Barça lento y previsible, que provocaba la ira de Koeman. Entre bostezo y bostezo, apareció el Messi-sistema. Ya saben: Messi contra el mundo y gana Messi. Arrancó a 40 metros de portería, dribló a cuanto rival le salió al paso y acabó derribado dentro del área. Penalti, gol y partido. A partir de ahí, se vio un Barça dinámico, con un Trincao eléctrico, un Dembélé desatado, un Pedri preciso y un <strong>Ansu determinante.</strong> El único lunar negro de la noche fue la roja de Piqué, que no estará en Turín. Conclusión: el Barça sigue alternando luces y sombras. Aún está en obras y el sábado recibe al Madrid. En caso de duda, Messi y la guardería al poder. Ganará o perderá, pero alegra la vista.

ASPIRANTE A TODO

Roman Abramovich se ha gastado 250 millones – unos ‘50’ kilos más que todo el presupuesto del Sevilla - para diseñar un Chelsea capaz de coronarse como rey de Inglaterra y aspirante al cetro europeo. El Sevilla le demostró que igual tendrá que gastarse bastante más. El equipo de Lopetegui firmó un partidazo, tuvo dominio y ocasiones y solo le faltó el gol. Otros tienen más dinero y más nombre que este Sevilla, pero el equipo de Lopetegui, aunque no es favorito a nada, es aspirante a todo. Gudelj, inspiradísimo, fue el MVP. 

A FALTA DE CRISTIANO, JUVE ‘INNAMORATA’

Con Cristiano Ronaldo confinado por la covid-19 y en plena pelea pública con el Ministro de Deportes de Italia, los focos fueron para Álvaro Morata. El ex del Atleti, el tipo para el que todas las camisetas que viste cumplen su sueño, firmó un doblete para la ‘Vecchia Signora’. Abrió la lata y cerró la cuenta. Del resto se ocupó un Chiesa extraordinario, que lideró a su equipo ante un Dinamo de Kiev flojo y sin poder de reacción. A falta de CR7, Pirlo comprobó que su Juve sigue “innaMorata”.