Laporta: Día 'D', Hora 'H'

Joan Laporta.

Joan Laporta.

Rubén Uría

Rubén Uría

Más vale tarde que nunca. Casi dos meses después de que el chapapote Negreira se haya denunciado, extendido y engordado, Joan Laporta dará una rueda de prensa. El presidente, elegido con el apoyo de más de 30.000 votos en las urnas, tendrá por delante una comparecencia complicada.

La más complicada a la que se haya enfrentado cualquier presidente del Barça. Está en juego la reputación de la institución, su credibilidad, su estabilidad y su futuro. Laporta intervendrá y se someterá a un turno de preguntas. Tendrá que estar más fino que el coral. Su misión, prender la luz en un cuarto oscuro.

Explicar lo que parece inexplicable. El socio quiere la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad. A medida que se acerca la comparecencia del presidente, el personal da rienda suelta a la especulación. A gusto del consumidor. Hay quien cree que Laporta insistirá en la inocencia del club y que aportará datos, pero en un tono comedido, sin saltarse a la torera las recomendaciones de los servicios jurídicos del club.

Hay quien cree que la rueda de prensa de Laporta será una tomadura de pelo, que se limitará a decir lo que sus incondicionales quieren escuchar y que su discurso será un clásico: el arte de hablar mucho sin decir nada. Mucho ruido, pocas nueces. Y también hay quien cree que Laporta, fiel a sí mismo y tras de dos meses de espera, tiene un as bajo la manga, uno de bastos, que arrastrará, pasando al ataque contra esos enemigos que, según el presidente, quieren desprestigiar al club y asesinar su reputación.

Y que ‘Jan’ sacará su fusil, porque la mejor defensa es un buen ataque. Las preguntas se agolpan. ¿Quién y por qué decidió contratar a Negreira? ¿Qué se buscaba con esa relación mercantil? ¿Por qué cuatro presidentes mantuvieron el vínculo con los Negreira? ¿Qué justificación tiene pagar elevadas sumas de dinero al vicepresidente de los árbitros con el dinero de los socios? El periodismo, que también se examina en esta cita, tendrá que hacer preguntas incómodas. No caben masajes. Y Laporta, optimista incurable, tendrá que responder a todo con transparencia y sin ambages.

Con la venia, para ser creíble, de entrada, tendrá que reconocer que, a nivel ético, es indefendible haber pagado a Negreira durante años por diferentes servicios, mientras pertenecía al Comité de Árbitros. El Barça lleva dos meses braceando en un océano de basura, envuelto en posibles sanciones administrativas, penales y reputacionales.

Es el día ‘D’ y la hora ‘H’. Para el presidente. Para el club. Y sobre todo, para el socio. Los ojos del fútbol mundial están puestos en esta rueda de prensa de Joan Laporta. Cuando acabe, habrá un antes y un después en la historia del Barça.

SIESTA Y APAGÓN

El Barça ha enlazado 3 partidos sin marcar (Real Madrid en Copa, Girona y Getafe en Liga) por primera vez desde 2008

LA LETRA Y LA MÚSICA

Seis derrotas seguidas. Valladolid, Madrid, Celta, Girona (despido de Diego Martínez), Athletic y Betis. El Espanyol tiene un pie en Segunda. Luis García advierte que si la gente les da por muertos, no tienen ni idea. La letra del discurso suena muy bien. Ahora falta la música. Falta hace. Quedan nueve finales. La primera, ante el Cádiz. Media vida.