Lamentos para tapar carencias

LaLiga: Atlético de Madrid - Real Madrid

LaLiga: Atlético de Madrid - Real Madrid / EFE

Carme Barceló

Carme Barceló

Turbias bajan las aguas en la casa blanca por mor de un resultado logrado por los que han vivido cerca de otras, las del Manzanares. Tres goles, tres, le endosó el Atleti al Real Madrid en una noche para olvidar en la que salieron retratados Ancelotti, la mayoría de sus jugadores y los responsables de la política deportiva del club, es decir, Florentino Pérez.

Al mal juego, algo habitual en las filas merengues en los últimos meses, se unió la inoperancia, la falta de recursos tácticos, la astenia y aquella dosis de épica que caracterizaba al Realísimo en los momentos clave. “Hey, Jude!”, demandaba la afición ‘merengue’ a su nuevo ídolo. Pero el inglés desafinó, no tuvo su noche -un disparo a puerta y apenas participó en 52 acciones- sino que dejó un recado en forma de entrada que debía ser castigada con tarjeta roja. Ayer supimos que la víctima de Bellingham, Ángel Correa, sufre un esguince grado I del ligamento colateral de la rodilla. Queda pendiente de evolución. La lesión del ‘colchonero’ y la del Real Madrid. Pinta peor la segunda que la primera.

Decía ayer Ancelotti que es poco menos que una barbaridad que se cuestione a su equipo cuando sólo ha sufrido una derrota. Tremenda derrota, añadiría yo. Lo que se critica, además del abultado resultado ante los de Simeone, es la escasa calidad mostrada el domingo y casi todas las jornadas que precedieron al 3-1. Eso y llevar ni se sabe cuántas temporadas esperando a Mbappé y vendiendo el ‘no’ sistemático del francés como ‘política económica de sobriedad’. Eso y asegurar que todo está preparado para la llegada del francés la próxima campaña. El hartazgo del madridismo sobre el tema es manifiesto y no creen que con el exjugador del Espanyol como único ‘9’ puro les dé para afrontar una Champions League en condiciones.

La derrota en el Cívitas Metropolitano propició que el aparato madridista se pusiera en marcha. A los lloros y llantos activados por los ventiladores habituales se sumó un reportaje en Real Madrid TV sobre el arbitraje del derbi capitalino. Allí se denunciaron “tres errores garrafales” del colegiado Alberola Rojas y del VAR, apuntando a una falta a Jude Bellingham en la acción previa al primer gol del partido, una dura entrada de Giménez que no fue castigada con cartulina roja y una mano de Mario Hermoso en su área no señalada.

Lejos de hacer autocrítica, una práctica muy sana que no es habitual en la casa blanca, en el canal oficial del club que preside Florentino Pérez dijeron que “cuando supimos quién iba a ser el árbitro sabíamos lo que iba a suceder. Vuelven a cometer los mismos errores groseros con el Real Madrid. No tiene nivel para arbitrar ni partidos de regional. Sin embargo, sigue escalando error tras error. Alberola Rojas es otro de la Negreira League. Esto es lo que hay. Con estos bueyes tiene que arar el Real Madrid. Es una vergüenza”.

El excolegiado Iturralde González no ha tardado en denunciar que el tono de esas declaraciones y el mensaje de esos vídeos generan violencia. Lamentos para tapar carencias. Lo que está claro es que la que no ha llorado -y debería- es la rodilla de Correa.