Opinión

¿Contra quién jugará el Barça en un futuro inmediato?

Laporta, durante la comparencencia tras la dimisión de Eduard Romeu

Laporta, durante la comparencencia tras la dimisión de Eduard Romeu / SPORT.es

Estos días se ha sabido que el fondo de inversión norteamericano Bright Path Sports Partners ha comprado el 40% de las acciones del Ipswich Town por 122 millones de euros. Este histórico del futbol inglés milita en la Championship, la segunda división. Ocupa la tercera posición a un punto del ascenso directo. En caso de lograrlo, el club se aseguraría un ingreso mínimo de 121 millones por los derechos de televisión.

El 50% de las acciones del Ipswich Town pertenece a la también norteamericana ORG, una entidad que gestiona el sistema de jubilación del personal de la Seguridad Pública de Arizona. Y claro, uno se pregunta qué interés futbolístico puede tener semejante fondo de pensiones de Arizona para invertir en un club inglés que se afana por volver a la Primera División. La respuesta es clara: interés futbolístico, ninguno.

Y, sin embargo, este tipo de noticias son habituales. Como lo son también las que explican que un determinado club, a pesar de haber incrementado su facturación anual en un porcentaje de dos dígitos, no ha podido evitar las pérdidas otro ejercicio más. Con lo cual, la conclusión a que se llega es que no hay ningún interés futbolístico detrás. Solo hay especulación financiera.

Este es el presente y el futuro inmediato en el que debe competir el FC Barcelona. Su modelo de propiedad social es una anomalía preciosa. Pero está claramente en peligro cuando el objetivo es mantenerse competitivo al primer nivel en un contexto en el que el fútbol, sus clubes, sus jugadores y sus torneos se convierten en un producto especulativo.