Jorge Mendes, director deportivo

Laporta, Joao Felix, Cancelo y Mendes, juntos

Laporta, Joao Felix, Cancelo y Mendes, juntos / INSTAGRAM

Ernest Folch

Ernest Folch

El Barça ha cerrado el mercado de fichajes 'in extremis' y con satisfacción indisimulada en todos los estamentos del club. Las declaraciones de Laporta, e incluso de Xavi, muestran euforia incontenida con la confección final de la plantilla. El presidente, con su optimismo habitual, ha ido incluso más lejos proclamando que "aspiramos a todo". La temporada pasada, Laporta llegó a pronuncia la palabra "sextete" a estas alturas del curso: quizás un poco más de prudencia evitaría frustraciones posteriores, pero no es fácil pedirle a Laporta que deje de ser él mismo, con sus defectos y virtudes. Tampoco es la primera vez que en el Barça se vende el final del mercado casi como si fuera un título, aunque sea imprudente lanzar las campanas al vuelo en el mes de septiembre.

A falta de tener una visión completa y de como se van desarrollando las piezas, hay un nexo común sorprendente que curiosamente ha generado poca sorpresa: la gran mayoría de las operaciones de este verano empiezan y terminan en Jorge Mendes, el superpoderoso agente de jugadores. Mendes y su agencia controlan a Ansu Fati y Ez Balde, las dos salidas de última hora, y a Cancelo y Joao Félix, las dos altas más significativas. A estos cuatro movimientos hay que sumarle la representación de Lamine Yamal, la última gran perla de la cantera, a Alejandro Balde y al portero suplente, Iñaki Peña. Es difícil encontrar un precedente en los últimos años de una dirección deportiva tan decantada en sus operaciones hacia una misma agencia. Es inevitable pensar que ha ayudado la estrecha relación y coincidencia de nacionalidad entre el nuevo director deportivo (Deco) y el agente (Mendes), que al mismo tiempo ha propiciado la llegada de dos portugueses, Joao Félix y Joao Cancelo.

Tampoco es la primera vez que el Barça empieza a fichar futbolistas de la misma nacionalidad que el entrenador o el director deportivo, como ya sucedió con tantos holandeses en épocas de Van Gaal, Rijkaard o Koeman. Lo que sorprende esta vez es que la relación directa que hay entre un agente externo y un porcentaje muy significativo de todas las últimas bajas y altas de la plantilla. No hay ningún punto de los estatutos del club que a priori prohíba o limite tantas operaciones con un solo agente, pero cabe preguntarse muy seriamente si los intereses de Mendes y el Barça pueden coincidir tan a menudo o si la dirección deportiva ha hecho los deberes de hacer una prospección profunda y objetiva de todo el mercado.

Como cabe preguntarse, por mucho que las operaciones sean perfectamente legales, si es ético, o incluso peligroso a largo plazo, que el club se entregue con esta devoción a una sola agencia. Eso sí, la mejor manera de no levantar sospechas será demostrar que la plantilla, efectivamente, ha mejorado respecto a la del año pasado. Algo que solo sabremos a ciencia cierta al final del curso.