De Jong amenaza la jerarquía del Barça

Frenkie de Jong

Frenkie de Jong / JAVI FERRÁNDIZ

Ernest Folch

Ernest Folch

El extraordinario partido de Jong en Portugal con su selección en la noche del jueves ha servido para que el barcelonismo recuerde, tras la frustración de este final de temporada, que su fichaje es uno de los más ilusionantes y esperanzadores de los últimos tiempos. Porque su recital de fintas, pases, quiebros y cambios de ritmo, sumados a su innato liderazgo, han puesto de manifiesto que al Barça no llega ninguna apuesta de futuro sino un jugador completamente maduro y listo para triunfar.

De la misma forma que con razón criticamos duramente el fichaje de jugadores tan intrascendentes como Boateng y Murillo, que encima solo han servido para tapar talento de la cantera, hay que quitarse el sombrero con el fichaje de De Jong, en el oportuno viaje express de Bartomeu a Ámsterdam el pasado mes de marzo.

El barcelonismo vio con orgullo la exhibición de De Jong ante Inglaterra y por una vez no dominaba la angustia de fichar a un talento sino la satisfacción de tenerlo y disfrutarlo. Sin embargo, la progresión espectacular del joven centrocampista holandés (tiene solo 22 años), unida al bajo rendimiento de varios titulares en este final de temporada, obliga necesariamente a replantear la jerarquía establecida en el medio campo del Barça.

Porque la irrupción de De Jong presiona necesariamente a todas y cada una de las piezas de la línea de medios. Por mucho que hace unos días Rakitic declarara que De Jong no juega en su puesto (dando a entender que no se sentía amenazado), la llegada del joven holandés discute la titularidad del croata e incluso la de Busquets.

A falta de ver quien se va en las próximas semanas, lo que queda claro (y ratifica el último partidazo de De Jong) es que la próxima temporada nadie, excepto Messi, tiene la titularidad garantizada, como ha sucedido los últimos años. En cierta manera, De Jong es el símbolo de la nueva competencia que entra en el equipo.