Tormenta perfecta sobre Florentino

Zidane dijo adiós al Madrid

Zidane dijo adiós al Madrid / EFE

Ernest Folch

Ernest Folch

¿Se puede transformar un éxito rotundo como el de conquistar tres champions seguidas y cuatro en cinco años en una crisis galopante? El Real Madrid desafía hoy todas las leyes del fútbol y ante la perplejidad colectiva vemos como la decimotercera ha abierto la caja de los truenos. Se fue Zidane por sorpresa y dejando a la entidad blanca desconcertada. Unos días después Cristiano eleva el tono y filtra a su periódico de cabecera que quiere irse y que se siente traicionado por Florentino. Los ataques de ego del jugador portugués son cíclicos y forman parte de su manera de entender el fútbol, un deporte que cree que juegan diez más uno. Pero esta vez la crisis tiene pinta de irreversible porque se juntan dos factores diabólicamente entrelazados: por un lado el presidente blanco no quiere asumir, como pretende CR7, asumir la brutal multa de hacienda, que debe pagar ya si quiere evitar la prisión.

Y por el otro, el desplante del jugador un minuto después de ganar la Champions ha abierto los ojos a una parte importante del madridismo, que empieza a ver beneficiosa su marcha, teniendo en cuenta su edad y su inagotable capacidad de generar problemas. Pero mucho ojo, porque la crisis de Cristiano es doblemente peligrosa porque va creciendo en un contexto inaudito, en el que la entidad blanca se encuentra sin entrenador ocho días después de que Zidane anunicara su marcha. Curiosamente Florentino se encuentra que tiene que abordar una revolución total en el momento en el que el sentido común, tras el éxito cosechado, aconsejaba ser lo más continuista posible. De repente el Madrid se encuentra sin su entrenador y faro de referencia, y su jugador franquicia apunta a la puerta de salida pero no sin antes haber generado un incendio que cada día que pasa parece más fuera de control. Es la primera vez que Florentino tiene que hacer frente a una tormenta perfecta. Será fascinante ver cómo sale de ella.