El imparable ascenso de Sergi Roberto

Sergi Roberto

Sergi Roberto / sport

Ernest Folch

Ernest Folch

Sergi Roberto fue reconocido ayer como mejor futbolista catalán del 2017, una distinción que otorga anualmente la Federació Catalana de Futbol. Compartió el premio con Alèxia Putellas, una de las jugadoras que más ha contribuido al ‘boom’ del fútbol femenino blaugrana en los últimos años. El premio a Sergi Roberto llega en el punto clave de su carrera, cuando acaba de completar el mejor año de su trayectoria y está ya en pleno salto adelante: el jugador de Reus ha dejado de ser un futbolista complementario para pasar a ser una pieza fundamental. Su descubrimiento fue un mérito de Luis Enrique, que fue quien le dio la confianza necesaria, justo cuando muchos creían que debía buscarse otro equipo. En esta fase inicial, Sergi Roberto ha sido un jugador increíblemente polivalente, capaz de jugar en cinco o seis demarcaciones diferentes, y con un rendimiento óptimo en partidos decisivos, como demuestran su gol antológico ante el PSG y su cabalgada estratosférica en el Bernabéu, sin duda los dos grandes momentos del Barça en la pasada temporada. Sin embargo, este año ha seguido su imparable crecimiento, y a su técnica, inteligencia y el contrastado talento para combinar le ha añadido una capacidad para el desborde y el uno contra uno que lo convierten en un jugador básico. Sergi Roberto es en estos momentos un bendito problema para Ernesto Valverde, porque pide a gritos jugar en el medio campo, donde es más letal para los rivales pero donde hay sin duda más competencia. No quiere decir que no pueda jugar perfectamente de lateral, pero sus grandes actuaciones antes de la lesión invitan a pensar que alinearlo detrás es desaprovecharlo. Hoy ya es mucho más que un simple jugador que se adapta a todo: su estado de forma reclama más jerarquía en el campo y más reconocimiento en la renovación que ya está en marcha. Ayer recibió el merecido premio de la FCF, pero todos sabemos que lo mejor está todavía por llegar.