La idea de Oriol Tort que sigue más vigente que nunca

Oriol Tort dedicó 40 años de su vida al fútbol base del Barça. La Masia inaugurada en 2011 en la Ciutat Esportiva lleva su nombre aunque todos, me incluyo, cometamos el imperdonable olvido de no citar el nombre completo de la residencia del Barça. Su nombre real es La Masia, Centro de formación Oriol Tort. Estaría bien recordarlo más. Tort, como Josep Boter, Escolà y tantos otros, impulsó el fútbol base del Barça mucho antes de que en 1979 La Masia se convirtiera en la casa de la cantera del Barça.

El descubridor de Guardiola, entre muchos otros, dejó huella por su trabajo, su talento único para detectar el talento y algunas frases que hay que reivindicar. Una de las que más comentan los que trabajaron con él fue esta: "Si hacemos bien las cosas en el fútbol base, cualquier juvenil nuestro tendría que poder jugar con 10 titulares del primer equipo y que no supiéramos distinguir cuál no pertenece al equipo".

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Esta sentencia se cumple con creces en el Barça de Xavi. Lamine Yamal o Cubarsí no solo no desentonan, sino que destacan y de qué manera con el primer equipo. Más allá del nivel increíble de estos jugadores la frase de Oriol Tort tiene un significado claro. El mejor contexto para que triunfen los canteranos del 'B' o del juvenil es rodearlos de los jugadores consagrados. Así lucen y pueden explotar su potencial, consolidarse y progresar.

Al revés de lo que predicaba Tort lo que en muchas ocasiones ha sucedido es que a los canteranos inexpertos se les ha hecho jugar en partidos muy complicados en primeras eliminatorias contra equipos menores y acompañados de suplentes. Un contexto que provocó por ejemplo que Juan Miranda, por poner un ejemplo significativo, no volviera a jugar después de un mal partido contra el Levante.

Tampoco hay que olvidar que la frase de Tort buscaba picar a los formadores porque para que los canteranos destacasen afirmaba que "si hacemos las cosas bien". Lo que significa captar, formar y hacer evolucionar a los jugadores. Todo esto es imprescindible pero sin ofrecer las oportunidades en el momento justo, el trabajo anterior se vuelve improductivo.

Los que reclaman protección para los jóvenes pidiendo que no se les cargue de responsabilidad deberían saber que la mejor manera de protegerlo es darles oportunidades y con buena compañía. Si Lamine o Cubarsí jugasen en el Barça Atlètic no destacarían tanto porque sus compañeros, rivales y escenarios serían de menor nivel.