El Barça sobrevive gracias a la juventud y el talento de Cubarsí y Lamine

Los de Xavi derrotaron al Mallorca por la mínima en otro flojo partido en el Estadi Olímpic

Cubarsí, en defensa, y Lamine Yamal, en ataque, marcaron la diferencia y sentenciaron los tres puntos

Resumen, goles y highlights del FC Barcelona 1 -0 Mallorca de la jornada 28 de LaLiga EA Sport

Tomàs Andreu

Tomàs Andreu

Entre lesiones y rotaciones, Xavi decidió que anoche frente al Mallorca tocaba la versión ‘baby Barça’ como rodaje de urgencia pensando en el trascendental duelo del martes frente al Nápoles. Una vez más, la Masia al rescate de un equipo tremendamente castigado a nivel físico y con muy pocas ideas con el balón en los pies.

Frente a un Mallorca peleón como pocos, nada mejor que el antídoto de la juventud. En algunas ocasiones, por convicción; en otras, y no pocas, porque no hay más remedio viendo la cruda realidad del fondo de armario azulgrana.

Una propuesta canalla

Salir a un campo de Primera con tres juveniles en el once inicial es todo un desafío. Una propuesta casi provocadora que, de entrada, contribuyó a que la afición del Estadi Olímpic cambiara su estado de ánimo: tregua al mosqueo permanente instalado en la grada y el enésimo voto de confianza en favor de Xavi y una plantilla en la que los imberbes derriban todas las puertas. Pero la realidad futbolística de este Barça está lejos de los buenos propósitos de su técnico. Nadie discute el enorme talento de una cantera con un futuro brutal, pero el presente invita a reflexionar.

Bastaron los cinco primeros minutos del encuentro para entender la cruda realidad del rendimiento del baby Barça emergente: Cubarsí, peleando y ganando la partida in extremis a Larin, evitaba el susto inicial mientras Guiu, Raphinha -en dos ocasiones- y Gündogan eran objeto de sendas faltas para abortar toda salida limpia del equipo. Silencio en la grada, caras largas en la tribuna y solo un motivo de alegría en una afición que poco a poco deposita toda su fe en uno de sus niños preferidos: Pau Cubarsí.

Antes del minuto 20, el central había ganado la partida a Larin en dos ocasiones y había forcejeado con Muriqi con éxito. Los únicos aplausos de una grada abocada al sufrimiento permanente.

Adrenalina juvenil

Gündogan lo intentaba por activa y por pasiva. Todo generosidad, lo mismo que otros ilustres compañeros como Cancelo, Koundé y cía, pero la realidad es que fútbol, lo que se dice fútbol, solo apuntaba destellos cuando Cubarsí movía el balón con un criterio fuera de lo común a su edad o Lamine intentaba algo de fantasía -con irregular acierto hasta el golazo, dicho sea de paso-.

Es lo que hay. A falta de aliviar recursos en la enfermería, los sueños del Barça reposan en la solidez de un central juvenil y en la magia de un delantero como Lamine que ya ha demostrado que puede resolver un mal partido en cualquier momento. Como Messi y otros genios.