Guardiola vuelve a asaltar el Bernabéu

Guardiola había ganado, hasta ayer, cinco de los ocho partidos disputados como entrenador en el Bernabéu. Todas las victorias fueron con el Barça. Que duelen más. Y la única derrota fue con el Bayern, hace seis temporadas. Por eso el madridismo en general y la caverna mediática en particular odian a Pep.

Por lo que es y por lo que representa. Por cómo gana y por cómo habla. Por lo que dice y por lo que calla. Le odian tanto como todos los antiguardiolistas de Barcelona. Que los hay. Y muchos...Todo el madridismo, insisto, le odia, menos Zidane, que ha tenido un comportamiento exquisito en la previa del duelo de Champions contra el Manchester City.

Con encendidos elogios hacia Guardiola, al que considera el mejor entrenador del mundo. Elogios correspondidos, naturalmente, por Pep, que ha alabado el trabajo de Zidane en el Madrid y sus tres Copas de Europa consecutivas. Nada que ver, sin duda, con el ambiente de máxima tensión que se vivió en los años del ‘mourinhismo’.

Escenario de éxitos

Guardiola regresaba anoche al Bernabéu, el escenario de sus grandes éxitos, dispuesto a reeditar alguno de sus históricos triunfos. Lo hacía con un Manchester City futbolísticamente favorito y ante un Madrid inmerso en dudas tras sus dos tropiezos consecutivos en la Liga (que le han servido el liderato en bandeja al Barça) y el KO en la Copa.

El duelo se decantaba, a priori, del lado inglés. Pero en el estadio blanco puede pasar de todo. Y, claro, pasó. Pasó que jugando mucho mejor el City acabó logrando una impresionante victoria, con remontada incluída, que deja al equipo de Pep con un pie y medio en los cuartos de final de la Champions y al conjunto de Zidane muy tocado, no solo para la Copa de Europa sino también para la Liga a solo cuatro días del clásico definitivo.

Guardiola volvió a asaltar el Bernabéu como en sus mejores tiempos en el Barça. Unos tiempos que fueron extraordinarios y que, desgraciadamente, nunca volverán. Aunque siempre nos quedarán las hazañas en el Bernabéu como mágicos recuerdos. Las hazañas de Pep y las hazañas del Barça. Porque el domingo le toca a Messi jugar en su particular jardín