Sin faldas y a lo loco

Las capitanas del Barça con Jonatan Giráldez y Xavier Puig haciendo un brindis.

Las capitanas del Barça con Jonatan Giráldez y Xavier Puig haciendo un brindis. / FC Barcelona Femení

Lluís Carrasco

Lluís Carrasco

¡Qué locura!

Sin faldas, naturalmente, y ataviadas con su uniformidad oficial de viaje, las futbolistas del Barça llegaron hace unos días a México DF envueltas de un clamor popular que se fue convirtiendo en una auténtica chaladura de reconocimientos y éxito hasta el final de su gira americana.

Allí, la vecina Estados Unidos ejerce una fuerte influencia. Esa Estados Unidos con una selección nacional femenina que ingresa en patrocinios más que la masculina, con estadios donde la presencia en el césped y en la grada se equipara entre hombres y mujeres, es una realidad a la que la república federal le gusta reflejarse para progresar y nos indica que algo muy gordo está a punto de explotar si no lo está haciendo ya, y el Barça lo sabe.

¡Qué locura!

Danae Boronat tituló su libro con la frase: “No las llames chicas, llámalas futbolistas”, y esas futbolistas hoy son deportistas de élite que llevaron al éxtasis a miles de aficionados absolutamente al día de la realidad culé, aficionados y aficionadas que las agasajaban allá donde fueran vistiendo nuestros colores y no las dejaron ni a sol ni a sombra durante toda su estancia dejando atónitos la totalidad del séquito azulgrana. Tal fue el grado de comunión, que hasta Xavi Puig, directivo responsable de la sección es hoy conocido y reconocido por aficiones como la mexicana hasta el punto de ser vitoreado y aclamado con nombre y apellido en más de una ocasión como un Rock-Star, y lo fue no por su divertido e innegable parecido con el artista Rod Stewart, sino por su papel decisivo en la excelencia de este colectivo que recoge allá donde va cariño y agradecimiento.

¡Qué locura!

Otro frenesí fue comprobar el magnetismo e interés que el Barça femenino suscita en las más altas esferas de las élites empresariales, políticas y económicas del país.

Abundaron los festejos, almuerzos y cenas con refrescos y algún que otro mezcal y tequila con Puig y alguno de los hombres más poderosos del país. Me cuentan que Emilio Azcárraga, propietario del Club América y fundador-propietario del Grupo Televisa o Mauricio Doehner, vicepresidente de Cemex y presidente de Tigres UANL departieron y compartieron intensamente con el dirigente y seguro que su simpatía y glamour tendrán algo que ver, pero no duden que tanto apego e interés también tiene y tendrá derivada publicitaria, económica o financiera en el futuro para unos y otros. Puig no da puntadas sin hilo.

¿Acuerdos inmediatos? No… ahorita mismo no, güey, no sean chingones, pero quedó más que picosa la buena onda!