Exhibición colectiva en toda regla
Gran primera parte de un Barça que exhibió algunas de las virtudes que tenía un poco olvidadas en los últimos encuentros. A base de intensidad desde el minuto 1, ritmo en todas sus acciones y continuidad en el juego, el conjunto de Valverde fue capaz de generar seis o siete claras ocasiones de gol al Sevilla.
El cambio colectivo estuvo fundamentado en la notable mejoría de futbolistas como Coutinho, por ejemplo. El brasileño por fin despuntó en la primera media hora. Omnipresente, brindó diversos desmarques de ruptura que aportaron enorme profundidad al equipo.
Y frente al Sevilla, otro dato a tener en cuenta: llegar al descanso sin haber encajado un gol. Ahí, destacar dos nombres propios: Cillessen, que estuvo magistral en dos intervenciones -penalti incluido- y Piqué, ejerciendo el difícil papel de líder en la zaga azulgrana.
MANDAR Y SUFRIR
El Barça mantuvo el tipo tras el descanso y firmó, muy posiblemente, el mejor partido coral en lo que llevamos de temporada. Cayeron goles, pero además se apreciaron detalles que invitan a renovar el optimismo de cara a la segunda mitad de la campaña.
Atención a Arthur. El brasileño apostó por dar mayor verticalidad a sus pases, incidiendo en la profundidad del ataque azulgrana. Un recurso muy a tener en cuenta en próximos encuentros.
Y a todo esto, el equipo también supo sufrir. Pese a la goleada final, se pasaron algunos minutos de nerviosismo tras el gol del Sevilla. Minutos sorteados con solvencia y demostrando que el bloque puede llegar a ser muy fiable.
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