El espíritu de Eto'o

Messi y Eto'o celebran un gol con el Barça

Messi y Eto'o celebran un gol con el Barça / AFP

Jordi Costa

Jordi Costa

Cuentan los que convivieron con él en el vestuario del Barça que Eto’o no fue un personaje fácil. Afrontaba los entrenamientos como si fueran partidos, lo que provocó más de una refriega, y no se callaba ni una. Pero su rendimiento sobre el césped logró que, en el momento de su retirada, sólo queden en el imaginario culé recuerdos agradables del camerunés.

Eto’o nunca fue un fino estilista pero su aterrizaje -junto al de Deco- en el Camp Nou en 2004 obró en el equipo de Rijkaard el salto de competitividad que le permitió pasar de cero a cien en tres años. La sonrisa de aquel proyecto fue la de Ronaldinho pero no se puede discutir al león indomable su impacto en el Barça, quizás a la altura del del brasileño, hasta el punto que él sí logró permanecer cuando llegó Guardiola y decidió hacer limpieza.

De hecho, cargarse al camerunés al año siguiente fue una de las decisiones más controvertidas de Guardiola en el banquillo del Barça, sobre todo porque le sustituyó el todavía más díscolo Ibrahimovic. Queda para la honra personal de Eto’o ser, junto a Messi, el único futbolista blaugrana que ha marcado en dos finales de Champions -París y Roma- y la capacidad de ganar dos tripletes consecutivos con equipos distintos. Pero lo que más se echa de menos de Eto’o es la manera de entender su profesión. Y no sólo porque llegó con aquella máxima de “correr como un negro para vivir como un blanco” sinó porque fue él el primero en denunciar en Vilafranca -con una maneras mejorables, es cierto- la descomposición de un equipo campeón que el resto tardamos casi un año en detectar. 

Hoy, la profesión de futbolista admite que Neymar todavía tenga clientela a pesar de su comportamiento caprichoso, que Umtiti se jacte de haber puesto en riesgo su físico una vez atada una renovación de oro con el Barça, que la indisciplina de Dembélé amenace su carrera, que Suárez no le pueda dar lecciones al priorizar la Copa América a la final de Copa, o que Piqué deje en mal lugar la autoridad de su entrenador. Todos ellos son mayorcitos para tomar sus propias decisiones, y ni siquiera se les pide vivan las 24 horas centrados en el fútbol, pero sí, por lo menos, la apariencia del compromiso que les suponen los millones de seguidores que les admiran.

Sé que Eto’o no fue perfecto y que por el Barça han pasado jugadores más mágicos y recordados que él pero, en plena era del futbolista-vedette, echo de menos su espíritu, la garantía de que por esfuerzo no iba a quedar.

BARÇA FEMENÍ: EL CAMINO INVERSO

El Barça Femení abrazó en mayo el sueño de disputar la final de la Champions y, a la vez, se topó con la realidad tiránica que ejerce el Lyon. Los techos están para romperlos pero las casas hay que empezarlas por los cimientos, y sería un error que el principal objetivo de la temporada que empieza no fuera ganar la Liga.

Son cuatro temporadas las que acumula el Barça sin hacerse fuerte en el campeonato doméstico, coincidiendo paradójicamente con la profesionalización del equipo y con un aumento notable de la inversión económica por parte del club. El 9-1 que las de Lluís Cortés endosaron al Tacón viene condicionado por la rivalidad artificial que se pretende construir al convertirse las blancas en el futuro equipo femenino del Real Madrid, y es obligado que el hambre demostrado por las Alexia, Jennifer y compañía tenga continuidad.

Hoy el Barça se estrena en la Champions ante un rival de renombre como la Juve, y es probable que este año sean ellas las que nadie quiera encontrarse en los bombos europeos. Es el curso en que Graham Hansen puede marcar las diferencias que no ha marcado Lieke Martens, de la explosión definitiva de Aitana y del aporte de calidad de Jennifer Hermoso. Pero, a diferencia de sus homólogos masculinos, las culés deben mirar para casa antes de asaltar el cetro continental. También a ellas hay que exigirles.

FUTURO: ILAIX MORIBA

Eclipsado por la eclosión de su coetáneo Ansu en el primer equipo, Ilaix debutó con el Barça B en Ejea y confirma la apuesta que el club hizo por él al renovarle este verano. Le sobran talento y físico; le toca tener paciencia para escalar hasta el Camp Nou.

PRESENTE: BRANDON DAVIES

El pívot del Barça de basket no tiene el renombre del resto de fichajes pero apunta a ser igual de importante en el nuevo proyecto de Pesic. En la semifinal de la Lliga Catalana mostró la garra y la intimidación que le faltaba al juego interior barcelonista.